A una semana de las elecciones presidenciales, el panorama político de los tres tercios tiene la incertidumbre como etiqueta clave. Y el sector automovilístico cordobés no escapa a la realidad. Tanto desde el espacio empresarial como gremial reconocen que la paridad entre Javier Milei, Sergio Massa y Patricia Bullrich es un condimento extra a los agitados días que se viven marcados por la devaluación.
En la provincia, la salud de la industria es fundamental para el futuro político del gobernador electo Martín Llaryora, quien ve al sector como un socio privilegiado. Y en ese papel busca actuar en consecuencia. Siempre ha sido así para el gobernador Juan Schiaretti, quien es reconocido como un industrial a partir de leyes de beneficios fiscales, promociones para el sector y una importante cantidad de programas para facilitar un vínculo que va camino de cumplir 70 años.
Un somero seguimiento realizado por Letra P muestra dosis iguales de desencanto, que alguna vez fue una ilusión, entre el empresariado automotriz. “Las fluctuaciones del dólar ilegal, las dificultades para acceder al mercado cambiario y los retrasos en el pago de las importaciones son algunas de las olas que se surfean cada día”, afirman.
“Te están pisando los dólares y las deudas con los importadores son altas. Más allá de lo que pueda pasar con el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), la situación es débil”, indica el director general de una tradicional fabricante de autopartes cordobesa. «Hay empresas que suspendieron plantilla hasta final de año o que adelantaron las vacaciones», avanza las medidas para paliar la crisis.
Siempre estrictamente equivocados, algunos reconocen que más allá de la diatriba proempresarial, la propuesta de los libertarios no es convincente. “Con la paridad cambiaria, las industrias se fueron a Brasil. Éramos pesados”, señalan.
Candidatos bajo el microscopio
Un dato no menos importante es que el referente en temas de la industria espacial que comanda Milei es Federico Ovejero, ex vicepresidente regional de General Motors y de la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa). En principio, la presencia de Ovejero, dicen desde el sector, va en contra de la extrema liberalización expresada por Milei, quien incluyó en su menú de promesas el cierre de relaciones con China y Brasil porque los considera regímenes comunistas.
En ese esquema, la que mejor encaja es la propuesta del PRO, vía Carlos Melconian y la reconocida Fundación Mediterránea, el think tank neoliberal por excelencia de Argentina. «De los tres, es el que mejor encaja», afirman.
En cuanto a Massa, la respuesta tampoco es favorable, más allá de los esfuerzos del ministro que quiere ser presidente por ser amigable con el sector, como, por ejemplo, permitir que las empresas de autopartes tengan su dólar diferenciado.
Los retrasos en la autorización para acceder al dólar oficial para las importaciones, más la elevada deuda con las casas importadoras, que ronda los 6.000 millones de dólares, son algunas de las razones del desencanto.
Sin embargo, otros números parecen funcionar al revés: según el último informe de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), en lo que va de 2023, la industria ha producido 408.486 vehículos y superó así las 341.788 unidades que se fabricaron entre enero y agosto. de 2022.
En dos fechas
Desde el sector sindical, en tanto, las posiciones son claras respecto del rechazo a la propuesta de Javier Milei. “Detrás de la libertad de mercado están los cierres de fábricas. Esto ya lo vivimos en los años 90”, indica un dirigente con acceso habitual a la mesa conjunta del sector automovilístico.
“Más allá de la corrida de la semana pasada, hay una realidad: el mercado interior no se mueve”, apunta. “El tema de las corridas de toros no es nuevo. Ya lo vivimos. “Los que mantienen el dólar en 1.000 pesos son los mismos que la próxima semana lo van a comprar a 900 pesos”, aportan una visión más política del tema. “Eso es casta”, dice.
A Letra P señalan que “con todo, Massa tiene una mirada orientada al productivismo”. Sin embargo, consideran que las dos fechas a seguir son el 22 de octubre y el 10 de diciembre. “Ahí está la verdad de lo que puede venir”, concluyen.
Un vínculo histórico
La consolidación de Córdoba como polo automotriz se refleja en la instalación de fábricas de Renault, Nissan, Fiat, Iveco y Volkswagen. En conjunto, cuentan con una plantilla total de 5.500 personas, la mayoría de ellas con alta cualificación técnica. A esto hay que sumar otras 20.000, todas pymes que están instaladas en el sector de autopartes y comercial.
Según la Bolsa de Valores, la industria del automóvil y de autopartes es uno de los sectores más importantes. Según estimaciones existentes, representa el 43% de la industria manufacturera provincial y el 10% del Producto Geográfico Bruto.
En el imaginario popular, Córdoba es el Detroit argentino. A mediados de la década de 1950, con el impulso del primer peronismo, logró constituir 10 empresas de las que se producían, por ejemplo, vehículos como el Rastrojero o las distintas series de motos Puma.
Respecto a estos dos modelos, sumado a la construcción del emblemático avión Pulqui, la hagiografía industrial cordobesa estuvo ligada a la industria automotriz en cuestiones políticas, económicas y hasta culturales.
Con información de LEtra P.
Fuente: diariocordoba.com.ar