Cuando el propietario multimillonario de Tesla anunció que compraría Twitter, muchos analistas en Brasil se preocuparon. Yo no. Incluso le dije al podcast Café da Manhã, de Sábanaquien se mostró moderadamente optimista.
Después de todo, Twitter es una red infestada de bots, cuentas falsas y sockpuppets. [perfis criados com identidade falsa]. Musk dijo en términos inequívocos que eliminaría a los robots maliciosos y autenticaría la identidad de cada uno de los usuarios de la red. Si lo hiciera, sería un experimento loable para cerrar las disparidades y reducir el engaño en el campo de la libertad de expresión. Una idea simple y poderosa: una persona, una voz. Algo que sería interesante seguir.
Corte al 13 de mayo de 2022. Musk anuncia que la compra de Twitter está «en espera». La excusa esgrimida por él es que Twitter no habría podido probar que las cuentas falsas serían “menos del 5% de la plataforma”, aparentemente una condición para que el negocio siguiera adelante.
Más allá de la excusa, la realidad es muy diferente. El hecho es que el mundo ha cambiado por completo desde que Musk anunció su propuesta, revelando un brutal error de análisis. Desde principios de abril, la Reserva Federal (análogo estadounidense al Banco Central) ha subido las tasas de interés en ese país. Posteriormente, la bolsa —y, sobre todo, las empresas tecnológicas— colapsaron. La propia Tesla, que a principios de abril valía unos 1.000 dólares en acciones, cotizaba cerca de 700 dólares a finales de la semana pasada.
Tesla también había comprado bitcoins por valor de 1500 millones de dólares en 2021 y todavía tiene la criptomoneda en la tesorería. Bitcoin es otra víctima de la depreciación, habiendo perdido hasta un 25% de su valor en solo unos días.
En otras palabras, Musk, en este momento, no debe estar durmiendo bien. Prometió comprar Twitter por 52,40 dólares la acción (un total de 44.000 millones de dólares). Precio hoy considerado absurdo, ya que este viernes (13) el valor de la acción rondaba los US$ 40. En otras palabras, la oferta de Musk está US$ 11 mil millones por encima del valor de mercado de la empresa.
No es casualidad que sus compañeros de negocios estén rebotando en el anzuelo o reacios a seguir adelante. Si Musk retrocede, podría haber una avalancha de juicios en su contra, incluso por manipulación del mercado de valores. El multimillonario también había incumplido la ley al no anunciar en el momento oportuno que estaba interesado en adquirir la empresa.
En este contexto, Twitter, como empresa, se sumerge progresivamente en el caos. Varios de los ejecutivos que la lideran han sido despedidos o han renunciado. El propio Musk ha estado haciendo declaraciones erráticas sobre lo que quiere hacer con la empresa. Entre líneas, ya se puede ver que creía que la gestión sería mucho más fácil de lo que es en realidad.
A estas alturas, todo indica que el multimillonario ha entrado en un resfriado. Podría ser que el trato siga adelante, incluso si es un desastre económico para Musk. En cualquier caso, esta novela revela poco a poco los límites y las consecuencias que pueden causar las travesuras de un mocoso multimillonario.
lector
Ya eraJuega al volante en la cancha
Ya esLa fiebre del tenis playa, que le ha ido quitando espacio a otros deportes
Ya vieneCrecimiento discreto de pádel (mezcla de tenis y squash)
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Fuente: uol.com.br