David Kavlin: Un susto que lo llevó al borde de la muerte
El periodista David Kavlin sufrió un infarto y debió ser operado de urgencia el pasado sábado para colocarle un stent. «Llegué muerto a la clínica y me revivieron», reveló desde el hospital.
Un infarto inesperado en medio de la rutina diaria
El conductor de Nuevediario se encontraba en el club Hacoaj cuando, dijo en diálogo a la revista PRONTO, comenzó a sentirse mal y sufrió un infarto.
Reconocimiento al protocolo y rápida atención médica
El periodista destacó el trabajo del club sobre el cual aseguró «se manejó a la perfección con todo el protocolo». «Me llamó a la ambulancia, vinieron y me llevaron», recordó.
El camino hacia la recuperación
Kavlin contó también que camino al hospital en la ambulancia hizo un paro cardíaco «Llegué muerto a la Trinidad de San Isidro, me revivieron inmediatamente en la guardia cardiológica», detalló.
Una segunda oportunidad para reflexionar
«Llegué muerto a la clínica y me revivieron», insistió en diálogo con a revista desde el hospital donde se recupera y donde tiene previsto este lunes volver a ser operado para que le coloquen un segundo stent. «La pude contar», remarcó.
Recuperación y reflexión sobre el ritmo de vida
«Ahora ya estoy hemodinámicamente bien – continuó – con los signos vitales bien. Estoy comiendo. Fue un sustazo tremendo. Ahora ya estamos muchísimo mejor que ayer».
La intensa agenda de trabajo y el estrés como desencadenantes
El conductor del noticiero del mediodía de Canal 9 vinculó su problema de salud con la intensa agenda de trabajo que tuvo en el 2025. Además de su trabajo como periodista este año publicó un libro que lo llevó a una gira de presentaciones intensa en las últimas semanas.
«Estoy a la mañana en Mañanas Picantes y a las 12 hago Nuevediario en El Nueve. Venía de la presentación de mi libro ‘Nos gritan judíos de mierda’ e hice casi 30 presentaciones. Eso es lo que creo que me jugó una pasada de estrés importante», especuló.
Reflexión final
David Kavlin vivió un momento límite que lo llevó a replantearse su ritmo de vida y la importancia de cuidar su salud. Su experiencia sirve como recordatorio de la fragilidad de la vida y la necesidad de priorizar el bienestar personal por encima de las exigencias laborales.