En 1885, a los 23 años, Jules Ulysses Martín abordó un barco de bandera francesa que realizó su primer viaje desde el puerto de Le Havre, Francia, hasta el Río de la Plata. Aterrizó en Buenos Aires durante la primera presidencia de Julio Argentino Roca y poco después consiguió un trabajo en un relojero callejero en Florida. Viajó a Mendoza para averiguar si era posible establecerse en la industria del vino, pero pronto regresó a Buenos Aires y en pocos años se convirtió en gerente de un relojero.
Finalmente, decidió mudarse a Paraguay, por lo que viajó en lancha por el río Paraná hasta la ciudad de Asunción, donde aplicó lo aprendido y abrió una relojería y joyería.
El 3 de junio de 1894 formó legalmente la firma Martín y Compañía, sociedad comercial con su compatriota Justin Berthet. Adquirieron el único molino harinero de esa ciudad: el Moinho Nacional do Paraguai, que abastecía de harina a todo el país y exportaba a la provincia brasileña de Mato Grosso. En cuatro años adquirieron grandes extensiones de tierra en Paraguay y en el Nordeste argentino para dedicarse al cultivo de yerba mate (un producto previamente importado de Paraguay y Brasil).
En 1898, Julio Martín instala la sede comercial de su empresa en la pequeña localidad de Rosario, en una oficina ubicada en la calle Sarmiento, entre las calles Tucumán y Urquiza. Rosário era el mayor puerto argentino que, entre otras cosas, era la salida para la producción de harina de la costa y la empresa Martín pertenecía precisamente a esta rama industrial.
En la ciudad de Buenos Aires conoció a Ángela Enriqueta Joostens, hija de dos inmigrantes belgas, Enrique Joostens y Emilia Bieckert. Se casaron en Buenos Aires el 3 de mayo de 1898. Después de casarse, Julio y Ángela se mudaron a Rosario, donde Julio Martín se dedicó a la empresa de hierbas que había establecido en Rosario y Misiones. Ángela se hizo cargo de las tareas del hogar y de sus cuatro hijos: Marcelo Enrique, Carlos Edgard, Georgette Ángela y Alberto Julio.
Empresa Yerbatera
Avisó a Roca a través de su Ministro de Agricultura que Julio Martín se preparaba para iniciar la producción a gran escala de pasto en territorio paraguayo, le pidió personalmente en Casa Rosada que lo hiciera en Argentina, en las colonias misioneras, alegando que era producto de consumo popular, con importantes sumas destinadas anualmente a la importación.
En 1902, mientras Roca fue recibido triunfalmente en Rosario al colocar la primera piedra del nuevo puerto (inaugurado formalmente a fines de 1905), la empresa Martín y Cía. Produjo la primera tanda de yerba mate obtenida de la plantación San Ignacio en el provincia de Misiones. De la mano de esta obra de infraestructura, nuevas inversiones arribaron a la ciudad, situación que se potenciaba aún más con la presencia de notables dirigentes santafesinos en lugares claves del gabinete nacional: Tomás Cullen, Estanislao Zeballos, Lorenzo Anadón, Gabriel Carrasco y Nicasio Oroño , entre otros.
En 1903, comenzó la exploración a gran escala de la yerba mate. Aunque las plantaciones estaban en Misiones, Julio Martín instaló los molinos en Rosário. “Tenía y tengo plena fe en que Misiones desalojará el consumo de yerba mate extranjera y por eso pensé que Rosário sería el lugar indicado, ya que está en el centro de la república con redes ferroviarias y fluviales en todas direcciones, lo que me permitiría dar un precio uniforme a mi producción en todo el país. Después de probarlo, puedo garantizar que estoy satisfecho con mi éxito «, había declarado.
En esos años, la provincia de Santa Fé estaba gobernada por el empresario molinero Bernardo Iturraspe, designado por el presidente Julio Argentino Roca. Iturraspe impuso como líder político de Rosario a su sobrino Luis Lamas (entre el 21 de febrero de 1898 y el 19 de febrero de 1904). Ideológicamente, Iturraspe y Lamas pertenecían a una familia de arraigada tradición liberal que suscribía la visión histórica creada por el expresidente Bartolomé Mitre. Entonces, en el mismo año que Martín abrió sus oficinas en Rosario, dijo que la élite mitista impulsó la construcción de un Monumento Nacional a la Bandera e instaló la primera piedra. La ciudad de Rosario fue el área de influencia de las capitales francesas, en dos de sus principales herramientas de progreso: el puerto (cedido a George Hersent) y el ferrocarril (que la conectaba con el norte de Santa Fé). Además, la comunidad francesa local tenía una ascendencia social notoria en gustos y costumbres de élite.
Se exploró intensamente a los herbolarios de la empresa en San Ignacio, lo que generó una nueva literatura realista en Argentina, como la de Horacio Quiroga, que exploró los sufrimientos de los trabajadores. Mucho de eso…
Palabras clave de esta nota:
#reconocimiento #fundador #Puerto #Mineral
Fuente: primeraedicion.com.ar