Escocia se despide de su reina, Isabel II.
El féretro de la monarca llegó este domingo al Palacio de Holyroodhouse, en Edimburgo, procedente de Balmoral, donde murió la monarca el pasado 8 de septiembre.
Un recorrido de 200 kilómetros, que fue aplaudido por la gente aglomerada a ambos lados de la vía. En la capital de Escocia, las calles también se llenaron para rendir un último homenaje al soberano.
Detrás del coche fúnebre, con el ataúd cubierto con el estandarte real de Escocia, iba la limusina real con la hija de Isabel II, la princesa Ana con su marido, Timothy Laurence.
Un cortejo que fue recibido por la ministra principal de Escocia, la independentista Nicola Sturgeon, que este lunes por la tarde debe reunirse con el nuevo rey.
Asimismo, este lunes por la tarde, los restos mortales del soberano serán trasladados a la catedral de Saint Giles, en Edimburgo, donde el rey Carlos III y la reina consorte Camila asistirán a un oficio religioso.
Mientras tanto, en Londres, los súbditos británicos no dejan de dejar flores y souvenirs a las puertas del Palacio de Buckingham. El ataúd de la reina Isabel II llegará la noche del martes a la capital británica, donde estará expuesto en la Abadía de Westmintser hasta el día de su funeral, el 19 de septiembre.
Asimismo, en Londres, la pareja real ofreció este domingo su primera recepción al secretario general de la Commonwealth y los altos comisionados de los países en los que Carlos III es jefe de Estado.
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