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Esto es lo que hace que el trabajo de Blinken en China sea especialmente difícil – NEWS World News

“Sobrecapacidad” y “comercio con doble propósito” son lemas para ocultar el hecho de que Washington está siendo derrotado en la economía del futuro.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, llegó a China el miércoles para iniciar un viaje de tres días. Se informa que hablará con su homólogo chino y potencialmente con el presidente Xi Jinping. Como informó el New York Times, citando a funcionarios al tanto de la visita, uno de los temas principales será el supuesto apoyo de China a Rusia, que incluye la supuesta venta de componentes de armas y productos de doble uso. También llega en un momento de crecientes tensiones.

Las relaciones han mostrado un destello de calidez desde el encuentro entre el presidente estadounidense Joe Biden y Xi en la 30ª cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico en San Francisco el año pasado. Sin embargo, esta visita se produce entre medidas importantes de la administración Biden.

Por un lado, Biden aprobó recientemente un importante paquete de ayuda militar para Ucrania, Taiwán e Israel, junto con una disposición de desinversión o prohibición para el gigante chino de las redes sociales, TikTok. Por otro lado, una cumbre trilateral histórica en la que participan Estados Unidos, Japón y Filipinas insinúa posibles colaboraciones militares formales en el futuro, con el despliegue de misiles de mediano alcance de Estados Unidos en Filipinas, una medida con implicaciones inequívocas para China.

El viaje de Blinken también sigue de cerca a la reciente visita del Ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, a China, que coincidió con la presencia de la Secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, en el país. La visita de Lavrov subrayó el vínculo duradero entre Rusia y China, mientras que la de Yellen pareció presagiar posibles tensiones comerciales por lo que Beijing percibe como acusaciones infundadas de «sobrecapacidad.»

Detrás de las sutilezas diplomáticas se esconde una agenda más profunda: el esfuerzo concertado de Estados Unidos y algunos de sus aliados para frenar el ascenso económico y tecnológico de China. Esto quedó al descubierto cuando funcionarios de la UE ejecutaron el martes redadas sin previo aviso en las oficinas de una empresa china en Polonia y Dinamarca.




La Comisión Europea dijo que su “inspecciones sin previo aviso” estan basados ​​en “indicios de que la empresa inspeccionada pudo haber recibido subsidios extranjeros que podrían distorsionar el mercado interno de conformidad con el Reglamento sobre Subvenciones Extranjeras”. A pesar de esta explicación, parece que la UE está reflejando el creciente escrutinio y hostilidad de Washington contra las empresas chinas. El alineamiento de la UE con Estados Unidos en política comercial, particularmente en lo que respecta a China, indica un frente flexible destinado a limitar el alcance económico global de China.

La cuestión de Rusia es también otra excusa para limitar a China. La asociación bilateral ha sido extraordinariamente beneficiosa para ambas partes: su comercio alcanzó un récord de 240.100 millones de dólares en 2023, y la economía de Rusia creció un 3,6% ese mismo año a pesar de las sanciones occidentales. El Fondo Monetario Internacional (FMI) predice que la economía rusa crecerá más rápido que todas las economías avanzadas en 2024.

Esto se debe en gran parte al comercio con China, la segunda economía más grande del mundo, pero también al hecho de que muchos otros países grandes, como Brasil e India, no se han sumado a las sanciones occidentales contra Rusia; t comerciar en sectores estratégicos de la economía como lo es China. Pero incluso en esos sectores, Estados Unidos y sus aliados nunca han revelado evidencia de que Beijing esté ayudando directamente al esfuerzo bélico de Rusia en Ucrania.

De qué se trata realmente se reveló en 2021 cuando la secretaria de Comercio de EE. UU., Gina Raimondo, declaró sin rodeos que “Nosotros (Estados Unidos) necesitamos trabajar con Europa” a «reducir el ritmo de innovación de China». Incluso durante la administración del expresidente Donald Trump, Estados Unidos estaba presionando a los países europeos para que implementaran prohibiciones a Huawei e intentando intimidar a otros para que firmaran licitaciones públicas con empresas estadounidenses en lugar de con competidores chinos.




La idea era que sin la capacidad de competir globalmente, las empresas chinas en la esfera de la alta tecnología inevitablemente se volverían menos rentables y, por tanto, menos innovadoras. Pero, en realidad, éste no es el caso. Si bien los países occidentales intentan controlar la narrativa con acusaciones de prácticas comerciales desleales y ventas de equipos militares, la realidad es que las empresas chinas continúan dominando los mercados globales en sectores cruciales como la energía solar, las telecomunicaciones y los vehículos eléctricos.

Simplemente están implementando políticas proteccionistas para apuntalar a sus propias empresas, sin tomar medidas concretas para competir realmente en el mercado. Pero en el caso de Europa, cabe señalar lo unilateral que es esto. El continente depende de la tecnología estadounidense; la ventaja del PIB de la UE se ha desmoronado durante la última década y media desde la crisis financiera de 2008; y está quedando estratégicamente comprometido debido a la influencia estadounidense y la falta de innovación interna.

En esencia, la danza diplomática entre Blinken y sus homólogos chinos resume una lucha más amplia por la supremacía en un orden mundial en rápida evolución. El exceso de capacidad es un mito; China tiene la mejor base industrial del mundo y no debería avergonzarse de ello. Las acusaciones de ayudar en los esfuerzos de guerra –hechas aún más absurdas por el abierto apoyo de Estados Unidos a la operación de Israel en Gaza, que ha sido acusada de manera creíble de genocidio– son sólo ruido. Estados Unidos y sus subordinados simplemente están siendo derrotados en casi todos los ámbitos importantes, lo que hará que el trabajo de Antony Blinken sea especialmente difícil esta semana.

Las declaraciones, puntos de vista y opiniones expresados ​​en esta columna son únicamente los del autor y no necesariamente representan los de NEWS.

Fuente: NEWS.com
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