Estudiantes de La Plata se consagró campeón del Torneo Clausura 2025 del fútbol argentino y, lejos de ser un título más para el “Pincha”, su coronación terminó de exponer la crisis de credibilidad que atraviesa la AFA. Mientras el equipo de Juan Sebastián Verón levantaba un trofeo ganado en la cancha, el conflicto abierto con la casa madre por el invento del nuevo “Campeón de Liga” dejó en jaque al modelo de organización y a la legitimidad de los títulos en el país.
El título de Estudiantes
Estudiantes se quedó con el Clausura 2025 tras vencer a Racing en una dramática final definida por penales (5–4), asegurando un nuevo campeonato nacional y el boleto a la Copa Libertadores 2026. El equipo platense, fiel a su identidad competitiva, se impuso en un torneo corto, con formato de zonas y playoffs, que la AFA instauró para esta temporada junto con el Apertura.
La consagración llegó en el pico de tensión institucional: Verón estaba sancionado por la AFA y debió ver parte del torneo desde la popular, en medio de una disputa política que ya venía escalando por la creación de nuevos trofeos y cambios de formato casi permanentes. Que el “Pincha” levantara la copa en ese contexto convirtió el festejo deportivo en un gesto de resistencia dirigencial.

El invento del “Campeón de Liga”
El conflicto estalló cuando la AFA decidió, a fines de noviembre, crear de forma repentina la figura de “Campeón de Liga” para reconocer al equipo que más puntos sumara en la tabla anual, y consagró a Rosario Central como primer ganador de ese título. Según el comunicado oficial del organismo, la decisión se había tomado “por unanimidad” en el Comité Ejecutivo de la Liga Profesional.
Estudiantes salió a desmentir de frente esa versión con un comunicado en el que aseguró que en la reunión de Comité Ejecutivo “no se realizó ninguna votación” sobre ese reconocimiento, contradiciendo abiertamente a la AFA y dejando en evidencia la opacidad del proceso. La tensión creció cuando la Liga y la AFA obligaron al plantel platense a hacerle “pasillo de campeón” a Central en Arroyito, gesto que el “Pincha” cumplió pero dando la espalda en señal de repudio, lo que derivó en sanciones disciplinarias y una fuerte advertencia de Verón sobre el riesgo de “un descenso” por cuestiones políticas.
Por qué deja en jaque a la AFA
El título de Estudiantes puso bajo la lupa el corazón del sistema: quién decide qué campeonato vale más, cuándo se crean trofeos y con qué reglas. La coexistencia de un campeón del Clausura (Estudiantes), un campeón del Apertura (Platense) y un “Campeón de Liga” definido a último momento (Rosario Central) generó la sensación de que la AFA reparte estrellas por decreto, debilitando la confianza de hinchas y clubes en la meritocracia deportiva.
Además, la pelea pública entre una de las instituciones más fuertes del país y la dirigencia de Viamonte expuso las grietas internas y encendió alarmas sobre posibles represalias deportivas, desde sanciones económicas hasta el temor —expresado por el propio Verón— de que las decisiones arbitrales o reglamentarias puedan condicionar el futuro competitivo del club. En ese escenario, el campeonato de Estudiantes no solo se lee como una vuelta olímpica, sino como el símbolo de un modelo agotado, en el que la AFA queda “en jaque” frente a un reclamo central: que los títulos se ganen adentro de la cancha y no en las oficinas.






