El adiós a una voz emblemática
Ricardo «Chiqui» Pereyra, una de las voces más reconocidas del tango argentino en las últimas décadas, falleció a los 74 años luego de un trágico accidente doméstico. Su partida deja un vacío en el mundo del espectáculo y en el corazón de sus seguidores.
Una vida dedicada al tango
Nacido en General Roca, Río Negro, Pereyra tuvo una carrera musical destacada desde sus inicios en el programa Grandes Valores del Tango en 1978. Su voz única y su pasión por este género lo llevaron a recorrer múltiples escenarios, dejando una huella imborrable en cada presentación.
El trágico accidente
El cantante sufrió una caída de una escalera en su hogar de Buenos Aires, lo que le provocó lesiones en la cabeza y una falta de respuesta neurológica. A pesar de los esfuerzos médicos, su estado se complicó y finalmente su cuadro clínico resultó irreversible.
El dolor de su familia y seguidores
El anuncio de su fallecimiento fue realizado por su hija Paula a través de las redes sociales, donde expresó el profundo pesar de toda la familia. En medio del duelo, se pidió respeto y privacidad para atravesar este difícil momento.
Legado y reconocimientos
A lo largo de su carrera, Chiqui Pereyra fue parte de importantes ciclos y recibió premios destacados, como el Premio Santos Vega en 2007. Su voz seguirá resonando en cada nota de tango, recordándonos su pasión y talento innegable.
En resumen, la partida de Ricardo «Chiqui» Pereyra deja un vacío en la música argentina, pero su legado perdurará en cada acorde de tango. Su voz única y su pasión por este género lo convirtieron en una figura emblemática, recordada con cariño por sus seguidores y la industria musical en general.
