El poder político comienza a dar otras señales en línea con una demanda generalizada en el campo de la producción. Los rápidos reflejos mostrados cuando los agentes de policía de Bonpland estaban descontentos, junto con el rápido enjuiciamiento y arresto ordenados por dos tribunales en solo unos días, son datos más que alentadores. El Poder Legislativo podría despertar de la larga siesta, lidiando con la no salida de la cárcel, lo que limita la discrecionalidad con la que actúan los jueces bajo la llamada garantía zaffaronista. Un proyecto en este sentido duerme el sueño de los justos en el Senado. Ante la cobertura mediática de las investigaciones abiertas el último día del año, un agricultor curuzu reveló la existencia de animales de dudosa procedencia en un predio bajo su control, derivando sus responsabilidades hacia una persona de su íntima confianza. El hecho puede estar relacionado con el caso Tapebicuá. Allí reapareció el nombre del principal imputado, Elías Ruiz. En las próximas horas, habría una exposición, en los mismos términos que Acquarone, del responsable de un campo cercano a la zona de Tapebicuá, donde podría haber unas quinientas cabezas que no pertenecen al establecimiento y que deben ser identificado por una comisión especial del Priar de Currents. Se prescinde de otros lugares de almacenamiento en el contexto de una investigación en la que el autor autónomo asume una importancia decisiva, figura creada en el nuevo Código que permite a los afectados realizar la investigación y prueba fuera del Ministerio Público. En este momento, el nuevo ministro de Seguridad, Buenaventura Duarte, se encuentra muy activo en la coordinación de las operaciones en curso, en coordinación con la Jefatura de Policía, autoridades judiciales y productores.
CUBIERTA DE 16 ESPALDA
En el contexto del caso de robo masivo de ganado enfocado en Tapepicuá, el testimonio del veterinario Tulio Acquarone, de Curuzú Cuatiá, sacudió el ambiente productivo y judicial en las últimas horas, que brindó detalles sobre la aparición de ganado en un campo, cuyo la procedencia sería ilegal.
En la Unidad Especial de Seguridad Rural y Ecológica de Curuzú Cuatiá, también conocida como Policía Rural e Insulares y Medio Rural (Priar), compareció el doctor Acquarone para afirmar que el 28 de diciembre se reunió con el ciudadano Mariano Morales que le informó que en una dehesa que subarrendaría a los hermanos Túlio y Eduardo Acquarone en el asentamiento «La Itatí» ubicado en el segundo tramo de Pago Largo, este Morales tendría una finca de origen dudoso o espurio.
Tras detallar la amistad de Aqcuarone con Morales durante varios años, este último confesó con pesar que tenía estos animales ilícitos en la dehesa, y que estaban relacionados con la detención de uno de los presuntos ganaderos de Tapebicuá, quien lo haría responder a la nombre de Elías.
Tras definir las responsabilidades de la gestión del referido paddock, Acquarone dijo que Morales, destrozado por la historia en sus lágrimas, le había prometido que esa misma tarde denunciaría la irregularidad en la Fiscalía de Paso de los Libres.
Acquarone agregó que esta confesión le causó «profunda sorpresa y preocupación», argumentando que «con Mariano nos conocemos desde siempre, tenemos total confianza y nunca imaginamos que pudiera andar en algo fuera de la ley, y no lo hicimos». . imaginen que fue. entrar en propiedad de dudosa procedencia ».
Añadió que «nos ha impresionado profundamente el caso de Mariano, que tiene 50 años y que, hasta donde yo sé, siempre se ha desempeñado bien a lo largo de su vida». Destacó que, de la misma forma, él y su hermano Eduardo también “nos tratamos siempre bien, somos trabajadores y tenemos una historia y un prestigio logrado con trabajo y esfuerzo”.
Luego de reiterar que desconocía la existencia de los bovinos espurios antes mencionados en la dehesa de ese campo, destacó que se puso a disposición de las autoridades policiales y judiciales para el esclarecimiento del asunto.
¿UNA O DOS JAULAS?
También recordó el caso de otra compra de una jaula al establecimiento «El Gato». Los animales son originarios del establecimiento «La Monona», en Tapebicuá.
Un paratécnico le informó que ese día revisaría las dos jaulas que había comprado. Sin embargo, Aqcuarone indicó que solo había comprado una jaula, por lo que se notó que los números no coincidían.
Al aclarar que solo una jaula había ingresado al campo, volvieron a pedirle a Morales que corrigiera el error de la existencia de dos jaulas. Sin embargo, esta corrección no se habría producido.
Añadidos hechos y declaraciones que abren nuevas vías de investigación. La declaración de Acquarone parece ser la punta del iceberg de la caja que explotó en Tapebicuá y cuya metralla comienza a salpicar en varias direcciones.
Simultáneamente, la jueza Rosa Batalla emitió una orden preventiva a los policías de Bonpland, ya descontentos con la fuerza, quienes estaban involucrados en una tarea clandestina y, horas después, el alcalde de Mercedes ratificó la decisión del juez en Libreña.
Ante la realidad del cuatrerianismo, comienza a emerger un 2022 que podría ser prometedor para la seguridad, con un ministro que tomó la delantera, con una policía capaz de autodepurarse y ahora lo acompañan jueces y fiscales que, con decisiones ejemplares, pintan. un escenario diferente de aquel en el que la puerta giratoria del patio era la norma. Los medios y las redes sociales ayudan y los productores se organizan, a través de la red WhatsApp, para agregar elementos útiles a las investigaciones. Por ahora, el precedente 31 de Acquarone podría tener un segundo y tercer capítulo en los próximos días con nuevas revelaciones de la existencia de ganado no identificado, que se acelera por la fuerte repercusión del caso Tapebicuá y porque nadie quiere aferrarse al desprecio público de un delito que puede acabar sin denunciarse si la política empieza a mirar a los intereses generales.
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Fuente: diarioellibertador.com.ar