Investigación de sabotaje en el mar Báltico
La Policía finlandesa está llevando a cabo una investigación sobre un buque sospechoso de la rotura de un cable submarino de telecomunicaciones que conecta Finlandia y Estonia a través del mar Báltico. Este incidente podría ser un nuevo episodio de sabotaje de infraestructuras críticas en la zona.
En colaboración con otras autoridades, la policía inició la investigación después de que la teleoperadora finlandesa Elisa notificara que había detectado una avería en uno de sus cables submarinos dentro de la zona económica exclusiva de Estonia.
La Guardia de Fronteras identificó al buque sospechoso de provocar la avería y más tarde envió a la zona una lancha patrullera y un helicóptero, que lo retuvieron tras constatar que navegaba con una de sus anclas sumergidas en el mar.
Según un comunicado de la Policía, la guardia fronteriza ordenó al buque que izara el ancla y se trasladara a un fondeadero en aguas territoriales finlandesas.
La Fiscalía General ya presentó una acusación formal contra el buque, al que considera sospechoso de un delito grave de sabotaje y otro de interferencia agravada en las comunicaciones.
Colaboración en la investigación
Además de la Policía y la Guardia de Fronteras, también participan en las labores de investigación las Fuerzas Armadas finlandesas, la agencia de Aduanas, la Agencia de Transporte y Comunicaciones (Traficom) y el operador de la red eléctrica finlandesa, Fingrid.
Asimismo, las autoridades finlandesas están colaborando con las de otros países, sobre todo con Estonia, para intercambiar información.
Antecedentes de sabotaje en Finlandia
Ocho países de la OTAN bordean el mar Báltico, que también limita con Rusia. Estos países han estado en alerta máxima tras una serie de cortes en los cables eléctricos, las conexiones de telecomunicaciones y los gasoductos que recorren el lecho marino relativamente poco profundo desde que Rusia invadió Ucrania en 2022.
Finlandia ha sido víctima en los últimos años de varios incidentes en los que resultaron dañadas en extrañas circunstancias infraestructuras submarinas críticas, entre ellas el gasoducto Balticconnector y varios cables de telecomunicaciones y de alta tensión.
La mayoría de estas averías se produjeron después del inicio de la invasión rusa de Ucrania, por lo que las autoridades finlandesas sospechan que se trata de sabotajes orquestados por el Kremlin.
Conclusiones
La situación en el mar Báltico ha generado preocupación debido a los constantes incidentes en infraestructuras críticas de telecomunicaciones y energía. La colaboración entre las autoridades finlandesas y de otros países es fundamental para esclarecer estos actos de sabotaje y garantizar la seguridad en la región.







