el carguero razón partió el 1 de agosto del puerto ucraniano de Odessa tras un acuerdo con Rusia que se logró tras mucho esfuerzo y negociación. Posteriormente, fue inspeccionada por el Centro de Coordinación Conjunta a su paso por el Estrecho del Bósforo para entregar el cargamento de cereales a su destino, Líbano.
Todo en vano. El comerciante libanés que tenía previsto comprar el grano ha rechazado el envío por el retraso en la entrega de la mercancía, prevista inicialmente para hace más de cinco meses.
El dueño del grano busca otro destinatario en el Líbano o en otro país
Ahora, el propietario del grano a bordo está tratando de encontrar otro consignatario tanto en el puerto de Trípoli, en el norte del Líbano, donde estaba previsto que llegara inicialmente el granelero el fin de semana pasado, como en un país diferente, según la Embajada.
La falta de venta del cereal a bordo del razón Se produce después de que Líbano autorizó el pasado miércoles a un barco sirio que, según Ucrania, iba cargado con grano robado de su territorio, a salir del puerto de Trípoli y continuar su camino hacia Siria tras estar retenido durante una semana.
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Millones de toneladas de cereales fueron bloqueadas como consecuencia de la guerra iniciada por Rusia en febrero pasado contra su territorio.
Siendo Ucrania uno de los mayores exportadores de cereales del mundo, el conflicto provocó una crisis alimentaria que afectó principalmente a países de Oriente Medio y África, altamente dependientes de los cereales rusos y ucranianos.
Luego de intensas negociaciones, ambos países acordaron un corredor seguro desde Odessa para permitir la salida desde este puerto de los 20 millones de toneladas de granos que habían sido bloqueados en sus graneros.