PARÍS (AP) – Miles de personas marcharon en París y otras ciudades francesas el sábado en la cuarta semana consecutiva de protestas contra el certificado de vacunación COVID-19 y lo que ven son restricciones a su libertad personal.
Hace dos días, el Consejo Constitucional ratificó la mayoría de las disposiciones de una nueva ley que detalla los lugares donde es obligatorio presentar el certificado de vacunación para ingresar.
A partir del lunes, el pase será obligatorio en cafés, restaurantes, medios de transporte de larga distancia y, en algunos casos, hospitales. Ya regía espacios para eventos culturales o recreativos como cines, salas de conciertos y parques temáticos con capacidad para más de 50 personas.
La manifestación se desarrolló pacíficamente en París el sábado por la tarde, acompañada de policías antidisturbios. Se convocaron otros tres mítines en la capital y decenas de marchas en otras ciudades.
Algunos manifestantes se oponen a la vacunación obligatoria para los trabajadores de la salud a partir del 15 de septiembre.
Las encuestas indican que la mayoría de los franceses apoyan los certificados, entregados a personas vacunadas o que pueden mostrar que se han recuperado del COVID-19 o han dado negativo en una prueba reciente.
Los opositores dicen que el requisito del certificado limita sus movimientos fuera del hogar y, de hecho, hace que la vacunación sea obligatoria.
Más de 36 millones de personas en Francia, aproximadamente el 54% de la población, han recibido su segunda dosis de la vacuna. Otros 7 millones han recibido su primera dosis desde que el presidente Emmanuel Macron anunció el certificado el 12 de julio.
Francia tiene actualmente 12.000 nuevos casos confirmados por día, un fuerte aumento con respecto al mes pasado. Más de 112.000 personas han muerto a causa del mal desde que comenzó la pandemia.
Cada vez más países europeos han comenzado a exigir el certificado de vacunación, cada uno con sus propias reglas.
El mes pasado hubo protestas en Italia contra el certificado para acceder al interior de restaurantes, gimnasios, cines y otros lugares de aglomeración. El llamado «Pase Verde» entró en vigor el viernes.
Dinamarca fue el primer país en aprobar los pases, con poca resistencia. En Austria es obligatorio ingresar a restaurantes, teatros, hoteles, instalaciones deportivas y peluquerías.
Fuente: TN