El embajador francés en Australia describió la inesperada cancelación por parte de Australia de un importante contrato de submarinos a favor de un acuerdo con Estados Unidos como un «gran error», ya que se preparaba para dejar el país con una ira sin precedentes entre los aliados.
El enviado francés Jean-Pierre Thebault hizo las declaraciones el sábado cuando salía de su residencia en la capital australiana, Canberra.
«Esto ha sido un gran error, una muy, muy mala gestión de la asociación», dijo Thebault, quien explicó que el acuerdo de armas entre París y Canberra se basó «en la confianza, el entendimiento mutuo y la sinceridad».
París retiró a sus embajadores en Australia y Estados Unidos el viernes en protesta por el acuerdo tripartito entre las dos naciones y Gran Bretaña que proporcionará a Australia una flota de hasta ocho submarinos nucleares.
El pacto anuló un contrato por 90.000 millones de dólares australianos (66.000 millones de dólares) firmado en 2016 con Naval Group, empresa con participación mayoritaria del estado francés, para construir 12 sumergibles convencionales, que funcionan con diésel y electricidad.
«Me gustaría tener una máquina del tiempo y estar en una situación en la que no terminemos en una situación tan increíble, incómoda, inapropiada y no australiana», dijo el embajador francés.
La oficina de la canciller australiana, Marise Payne, emitió una declaración más temprano en el día en respuesta a la retirada del embajador, señalando que Canberra «lamentó» la salida del representante de su aliado.
«Australia comprende la profunda decepción de Francia con nuestra decisión, que se ha tomado de acuerdo con nuestros claros y públicos intereses de seguridad nacional», explica la nota, y agrega que Australia valora su relación con París, con quien espera alcanzar nuevos compromisos en el futuro.
Payne y el ministro de Defensa, Peter Dutton, se encuentran en Estados Unidos para su reunión anual con sus homólogos estadounidenses, la primera desde la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca.
Tras el anuncio del acuerdo con Washington esta semana, el primer ministro australiano Scott Morrison dijo que en junio informó al presidente francés Emanuel Macron que había «problemas muy reales sobre si un submarino con capacidades convencionales» sería suficiente para abordar las necesidades de seguridad de su país en la región del Indo-Pacífico.
El ministro de Relaciones Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, dijo en un comunicado el viernes que la retirada de los dos embajadores, a petición de Macron, «está justificada por la excepcional gravedad de los anuncios» hechos por Australia y Estados Unidos.
Según Le Drian, la decisión de Australia es «un comportamiento inaceptable entre aliados y socios».