“En primer lugar, esto significa que el valor que reciben los usuarios con menos recursos representa un mayor porcentaje de sus ingresos, mientras que las tarifas tienen un mayor peso en la canasta de consumo”.explica la investigación. En seguida, aquellos con mayor poder adquisitivo reciben una mayor proporción de los subsidios totales, mientras usan más gas y electricidad.
La Administración Pública Nacional actualmente paga subsidios para la importación, generación, transporte y distribución de electricidad y gas; para consumo residencial de botellas; transporte automotor, ferroviario y comercial; y otros (sector agrícola e industrial, abastecimiento de agua y saneamiento y otras empresas públicas). De estas transferencias, las de mayor peso son las destinadas a reducir el coste de los servicios energéticos, disociando el coste de la electricidad y el gas del precio que pagan los hogares. El año pasado, los subsidios energéticos representaron tres de cada cuatro pesos gastados en transferencias económicas corrientes a empresas públicas, fideicomisos y sector privado, equivalentes a casi el 2% del producto.
Sin embargo, debido a su carácter pro-ricos, para Ecolatina los subsidios actuales no representan el mejor uso posible de estos recursos: “Si el objetivo era ayudar a sectores vulnerables o estimular su demanda, existen herramientas más adecuadas para ello. Para llevarlo al extremo, si se eliminaran totalmente los subsidios a la energía, la tasa del Impuesto al Valor Agregado podría reducirse en 7 puntos o más que quintuplicar la Asignación Universal por Hijo, ya enfocada a familias con menos recursos ”..
Otra de las soluciones que propone la consultoría económica es la segmentación de usuarios. Esta posible medida es la que abrió un pasante en las filas oficiales cuando el Ministro de Economía Martín Guzmán preguntó el Subsecretario de Energía, Federico Basualdo, uno trabajo de segmentación arancelaria el cual aún no ha sido presentado, lo que motivó la renuncia del kirchnerista. Finalmente, el ENRE llegó a un acuerdo con el Conicet para dividir a los usuarios según su consumo y capacidad de pago.
“A partir de las experiencias del IFE y la Tarifa Social Eléctrica, en las bases de datos de AFIP y ANSES, entre otras, esto parece técnicamente factible. Este procedimiento agudizaría la progresividad y ayudaría a corregir el carácter pro-rico de este gasto ”, consideró Ecolatina en la segmentación.
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Fuente: www.ambito.com
Esta nota fué publicada originalmente el día: 2021-05-09 15:15:00