">

Gobierno discute con el FMI cómo serán las revisiones trimestrales (lo más flexible posible)

Por lo tanto, se discute una alternativa a las inspecciones trimestrales que, una vez más, requerirá la intervención política del directorio de la agencia. El Fondo requiere, como en todo contrato de tipo Extended Facility, la supervisión del cumplimiento de objetivos trimestrales; de conformidad con lo dictado por el artículo IV del estatuto del organismo encabezado por Kristalina Georgieva. En términos de política local, si el acuerdo se firma con el FMI, el gobierno de Alberto Fernández, y quienes lo sucedan, deberán aceptar misiones de los enviados privados del organismo que se encargan de manejar el caso argentino cada tres meses. En cada misión, los enviados de Washington deben monitorear si el país ha cumplido con las metas fiscales, monetarias, financieras y cambiarias; y, en caso contrario, enviar estos datos a la central para que allí se definan los pasos a seguir. En este punto, puede haber simplemente una corrección, una recomendación de cambio de política o un desafío importante. Y si el país persiste en su incumplimiento, se debe negociar una exención o varios puntos intermedios desde Washington hasta que el acuerdo fracase. Para llegar a este punto, según el estatuto, la infracción tendría que producirse en dos trimestres consecutivos, existiendo siempre la posibilidad de futuras correcciones. En general, estos problemas no son tan graves a menos que las desviaciones sean amplias y profundas y, a los ojos del Fondo, injustificables en las circunstancias económicas.

Cada misión trimestral que visita Buenos Aires debe reunirse con los principales responsables económicos del país; los que deberían exhibir cifras locales y explicar detenidamente a los enviados de Washington cómo va la economía argentina. Y, los enviados del FMI tienen el poder de consultar e interrogar; y eventualmente cuestionar y discutir los datos que se le muestran. Y de vuelta en Washington, pueden criticar e incluso recomendar cambios de política. En otras palabras, los representantes del FMI que tengan la firma autorizada en las misiones del Fondo podrán interrogar a los funcionarios locales. Algo que evidentemente sería muy difícil de aceptar por parte del ala política más radical del Gobierno. Por cierto, recuerden dentro del kirchnerismo, este tipo de misiones fueron las que determinaron que la reserva firmada en 2003 terminara siendo cancelada y saldada en febrero de 2005. La decisión la tomó Néstor Kirchner luego de las quejas de varios de sus empleados por el irritante dato de que preguntaban a veces los visitantes de Washington.

La intención de los negociadores locales es que se modifique el requisito de misiones trimestrales, y que se extiendan cada seis meses. O anual. Y que las visitas sean simplemente diplomáticas y correctivas. El argumento es que, al tratarse de una Ampliación de Facilidades sin precedentes, las auditorías también deberían ser sin precedentes y con un plazo mayor.

Palabras clave de esta nota:
#Gobierno #discute #con #FMI #cómo #serán #las #revisiones #trimestrales #más #flexible #posible
Fuente: ambito.com

Salir de la versión móvil