">

Golpeadas por la crisis, empresas ponen fecha límite a Massa

A diferencia de otros tropiezos que ha sufrido la economía, la caída del consumo masivo no sorprendió a los funcionarios del gabinete económico. El menor volumen de ventas en tiendas parece comprensible y lógico en medio de la caída significativa en el poder adquisitivo de la población.

Según el último monitoreo de la consultora Scentia, el consumo masivo -productos de la canasta básica- cayó 1,1% en febrero respecto al mismo mes del año pasado. La comparación de los dos primeros meses de 2023 muestra una contracción de 1,4%.

La tendencia recesiva se evidencia con mucha fuerza en los pequeños comercios de barrio -supermercados y tiendas-, en los que las ventas muestran un deterioro del 8,9% respecto a un año atrás.

Los consumidores acudieron a los supermercados, que tienen en sus anaqueles productos de «Precios Justos», único programa de control que maneja el Gobierno. Por este motivo, las grandes cadenas venden los mismos artículos hasta un 50% más baratos que las pequeñas empresas.

El aceleración inflacionaria Hizo que la diferencia se ampliara a lo largo de los meses. Lo que ocurre es que las empresas que fabrican alimentos deben cumplir con el corredor de incrementos pactado con el Gobierno -hasta 3,2% mensual- mientras que ese límite no existe en los llamados negocios tradicionales, donde no se aplican controles oficiales.

Esa pregunta es muy tensa ahora.

Golpeadas por la caída del consumo, las empresas esperan resultados de la gestión de Massa.

Empresas, en alerta por la inflación

Hace un par de semanas, los fabricantes de alimentos dejaron la primera alerta en la oficina de Matías Tombolini. Advirtieron al Secretario de Comercio que no podrán cumplir con el tope de aumentos del 3,2% si el Gobierno no cumple su promesa de habilitar importaciones por el canal de dólar oficial con fluidez

En las últimas semanas ha habido reclamos: empresarios aseguran que el gobierno bloquea las importaciones.

Y advierten que si persiste esta dinámica, entonces no podrán cumplir con lo firmado cuando se relanzó “Precios Justos”. El reclamo se refiere a que, así como en diciembre y enero hubo una buena dinámica importadora, las trabas habían regresado con fuerza desde fines de febrero.

En las empresas hay convicción de que las próximas semanas serán claves.

Algunas empresas líderes trabajan con la idea de que después de Pascua uno abre nueva instancia con el gobierno.

En concreto, que si la dinámica inflacionaria no se enfría y que si Sergio Massa no da más fluidez a las importaciones, no habrá demasiado espacio para respetar los acuerdos de precios.

Los precios no paran y la previsión para marzo es preocupante.

Los precios no paran y las encuestas de marzo son preocupantes.

El Gobierno ya ha anunciado que marzo llega con una fuerte subida de precios, sobre todo en servicios que se habían quedado sin subidas a principios de año. A principios de este mes hubo ajustes en transporte, tarifas de luz, prepago y colegios privados. Todo este combo, sumado al aumento de los alimentos daría un IPC en torno al 7%.

El último informe de eco ir, que monitorea semanalmente la evolución de los precios, prevé un 7.6% inflación en alimentos para este mes. Por encima del 7,0% que la consultora estima como inflación de marzo.

Ante esta realidad, los empresarios argumentan que no pueden continuar con un programa que contempla un ajuste mensual de precios de 3,2% cuando la inflación en ese mismo sector es más del doble de lo autorizado por el Gobierno. “Era un acuerdo para otra economía”, aseguró en diálogo con iProfessional el ejecutivo de una importante empresa de alimentos.

Nuevo escenario económico: revisiones con empresarios y banqueros

En las últimas semanas ha quedado claro que hay una nuevo escenario economico. La aceleración inflacionaria en medio de la pérdida de dólares pone una presión adicional a una economía ya golpeada.

Los últimos registros de la sequía requieren una revisión completa. Son, hasta ahora, algunos Pérdida de US$20.000 millones en exportaciones eso será imposible de compensar.

El escenario económico cambió. No es lo mismo que hace unas semanas, cuando ya se computaban los efectos de la sequía, pero no con los daños que está provocando.

Encrucijada: caen reservas y empresas demandan dólares para importar insumos.

No habrá prestamista de última instancia para salvar tal pérdida. Ni los acuerdos con China ni con Brasil, ni el propio Fondo Monetario, que hasta ahora solo ha acordado una flexibilización de las metas de encaje del BCRA, a cambio de una profundización del ajuste.

El FMI no está dispuesto a ofrecer dólares adicionales para ayudar a Argentina a aliviar tal asfixia. Al menos por el momento.

la incertidumbre es completa porque ya no se trata de un “plan para llegar” (hasta final de año sin crisis cambiaria), sino de cómo gestionar tal falta de divisas sin que las expectativas se derrumben y, con ellas, los peores pronósticos tomen vuelo.

El propio Massa lanzó en las últimas horas un llamado a los banqueros para intentar una salida a la sequía de dólares y la acumulación de deuda en manos de esas instituciones.

Lo mismo hará con las principales empresas de alimentación.

vienen definiciones que los próximos tiempos económicos, siempre difíciles, depararán a la Argentina.

Palabras clave de esta nota:
#Golpeadas #por #crisis #empresas #ponen #fecha #límite #Massa
Fuente: iprofesional.com

Salir de la versión móvil