Movilización mundial contra el cambio climático en Europa. Las protestas mundiales contra el calentamiento global reunieron a 3.000 jóvenes activistas en Viena.
En Roma, cientos de jóvenes marcharon pacíficamente en una manifestación convocada por los grupos ecologistas Fridays for Future, Greenpeace y Extinction Rebellion.
En Berlín, miles de personas exigieron que el gobierno alemán tome medidas para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero, particularmente en el sector del transporte. Los Demócratas Libres, un pequeño partido proempresarial que controla el Ministerio de Transporte, se opone a los esfuerzos para imponer un límite de velocidad, eliminar gradualmente los motores de combustión y reducir la construcción de carreteras.
Y en París, un grupo de ecologistas protestaron contra un proyecto de oleoducto de la empresa Totalenergies, frente a la sede del grupo Amundi, que financia un megaproyecto de oleoducto entre Uganda y Tanzania, cuyas consecuencias climáticas y sociales serían «dramáticas», según a los activistas climáticos.
«En Extinction Rebellion pensamos que la desobediencia civil es el camino a seguir», Moana, activista de Extinction Rebellion.
“Esto ya no es posible, el peligro para el planeta es inminente. Es decir, si seguimos así, solo llegaremos a un mínimo de tres grados en 2100. Y eso es una catástrofe”.