La Academia Iberoamericana de Gastronomía (AIBG) presentará en octubre un manifiesto con claves para impulsar la nueva gastronomía del siglo XXI, que debe ser “saludable, cariñoso, sostenible y satisfactorio”anunció este jueves su presidente, el español Rafael Ansón.
Fue en el festival Celebremos Iberoamérica (CIB Fest 2022), promovido por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) en colaboración con embajadas, Casa de América y Ayuntamiento de Madrid, que en su segunda edición ha dedicado unos días a la gastronomía herencia.
Las catorce entidades gastronómicas nacionales que integran la Academia Iberoamericana buscan “el apoyo público, privado, institucional y empresarial que garantice la favorable evolución del mundo gastronómico en los próximos años”.
El texto abarca los cuatro eslabones de la cadena alimentaria: producción, industria, distribución y comercio y consumo final en la industria hotelera.
Hace especial hincapié en que se debe garantizar la alimentación de todos los seres humanos, reconociéndola como un derecho “al igual que la vivienda o la atención médica”dijo Anson.
También tiene como objetivo promover una alimentación saludable para evitar enfermedades y muertes por mala alimentación y que sea respetuosa con la naturaleza, por lo que la AIBG colabora con varias universidades para redactar el primer Código Ético de los Profesionales de la Gastronomía.
La mejora de la formación gastronómica y la promoción del turismo en este sector, actualmente en auge, son otras de las propuestas de este manifiesto.
En esta jornada, celebrada en Casa de América, Ansón animó a Iberoamérica a “presumir de su riqueza gastronómica”como hacen algunos de sus representantes en Madrid: el colombiano Ewdin Rodríguez, a cargo de Quimbaya (estrella Michelin), el argentino Paco Savio (Fayer) y el costarricense Luis Guillermo Castro, director de operaciones de los restaurantes Cachivache.
“No solo somos embajadores gastronómicos de nuestros países, también generamos turismo gastronómico en ellos”Señaló Castro.
Los tres elogiaron el mestizaje que impulsó la llegada de los españoles a América. Castro defendió que continúa porque “el patrimonio gastronómico se crea a diario, ya que es producto de la interacción de culturas, técnicas y productos, y por eso crece día a día”.
Mestizaje que también defiende Elisabeth Vázquez, una mexicana afincada en España que creó la marca de chocolate que lleva su nombre y con la que propone barritas como las de chocolate con naranja, mezcal y sal de chapulín (insecto) o mango y chile de sésamo.
Vázquez confirmó que en España cada vez hay más interés por los países latinoamericanos, situación que aprovecha Raquel Cabrera, que organiza rutas de turismo gastronómico por su país, República Dominicana, para demostrar que es “mucho más que punta cana”.
La panameña Indira Amaya afincada en Alicante (esta española) en el año 2000, abrió el hotel Masía La Mota con un restaurante especializado en eventos y sacó su propia marca de aceite de oliva, que ha triunfado en certámenes internacionales y en su propio país.
.
Titulares de Perú