De repente, en el juego, menos pensamiento es cuando se reafirma la confianza y ataca un equipo. Ni las cinco victorias consecutivas dejaron a Boca con esa sensación, la de un equipo más allá de los nombres. Eso sí, conceptualmente, la gente obviamente celebró más el superclásico que el 1-0 ante Godoy Cruz. Pero este resultado, que lo deja momentáneamente como líder, crea una mayor expectativa mirando hacia el futuro.
El valor de la victoria viene dado por tres puntos relevantes. 1) Boca supo levantarse a pesar de la gran cantidad de fallas, sin delanteros como Villa-Zeballos-Benedetto, ni siquiera Briasco u Orsini. 2) La forma en que ganó, con un muy buen PT y controlando los 90′. 3) otra vez llegando a la cimacon 18 puntos por jugar.
Por supuesto, esto no es garantía de nada, pero hay que decir que esta victoria fue mucho mas satisfactoria que los logrados ante Defensa, Colón o Lanús. Algo en común entre los cinco de seis: todos por diferencia de goles.
Inesperado, con un equipo parcheado daba la sensación de un conjunto mucho más firme. 110% actitud (reflejado en cinco tarjetas amarillas), empezando por los laterales Weigandt y Sandez, todos jugando juntos en una final. Consciente de lo que había que hacer en todo momento: atacando al PT que sigue adelante y esperando más al segundo, deteniéndose para contraatacar y explorar espacios. s personaje de niños liderado por el Negro Ibarra (Langoni, Zalazar, Vázquez, el debutante Morales) para nunca rendirse.
Boca fue el segundo equipo en vencer a Godoy Cruz, que pelea en la delantera, en Mendoza, lo que tiene sus méritos. Con gran espíritu colectivo y equilibrio, ahora tiene una insignia de candidato porque no fue un triunfo de carambola, sino difícil. Habrá que ver si esta punta momentánea es realmente la punta de un iceberg virtuoso después de tanto lío en la rueda. Esto se ve mejor…
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Fuente: ole.com.ar/