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La dura historia de la primera bombera trans del país: “En mi casa comían los perros antes que yo” – Titulares

los recuerdos de cynthia brandana permanecen intactos. Inalterable a pesar del tiempo y los esfuerzos por evitar un daño que durará para siempre, causado por un familiar que le robó su infancia.

La mujer trans de 36 años, nacida en Corcarán, provincia de San Luis, se hizo adulta a los 17 años con la inesperada y repentina muerte de su madre. “Mi infancia fue muy fea, llena de discriminación por parte de mi familia y mis compañeros. Me violaron cuando tenía 7 años y mi papá no me creyó. Mi mamá quería poner una denuncia, él no la dejó», dijo. TENNESSE.

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A partir de ese hecho, su vida fue un martirio. Una lucha por ocultar gestos y formas de ser ante los niños y niñas de su edad que se burlaban de ella frente a ella. “Fue mi primo hermano quien lo hizo. Sabía bien lo que pasaba porque tenía más de 20 años.”, relató.

Junto a sus compañeros en el cuartel, en un incendio a pocos kilómetros de su casa (Foto: Cintia Brandana).

Una tía buscó ayudarla, pero su esposo también la presionó para que se callara. “En 2008 tuve que irme de mi casa. Después de la muerte de mi madre, nada volvió a ser igual. Murió de un tumor en la cabeza, producto de los golpes que le dio mi padre”, narró Brenda.

Los años que permaneció bajo el mismo techo, junto a él y sus hermanos, fueron un suplicio. “Comieron hasta llenarse y el resto se lo dieron a los perros. Así como te digo: los perros comieron antes que yo”indicó.

Cintia forma parte de un programa que contiene y ayuda a las víctimas de violencia de género (Foto: Cintia Brandana).
Cintia forma parte de un programa que contiene y ayuda a las víctimas de violencia de género (Foto: Cintia Brandana).

A los 22 años tomó la decisión de irse de su casa. “Mi madre cuando vivía trabajaba en una frutería lavando la mercadería. Tuve que dejar el bachillerato a los 13 años, era imposible estudiar, hasta el director estaba molesto por cómo estaba. Nadie me dio trabajo cuando mi mamá murió. Ahí lo pasé mal».

Se mudó a la capital de San Luis con el objetivo de buscar nuevas oportunidades, pero lo que encontró fue más rechazo. “Tuve que prostituirme, no tuve otra opción. No llegué al mismo año. Había tomado un curso de peluquería, pero estaba muy necesitado. Literalmente comía en la calle. Estaba esperando que cerrara un restaurante para poder pedir las sobras.”, relató.

De ser el primer bombero trans del país a una oferta inesperada

Vivió en Buenos Aires unos meses y Regresó a San Luis con la esperanza de encontrar enterrado ese prejuicio familiar. Para entonces su padre y su tío habían formado un parque de bomberos, actividad que ella conocía desde niña cuando los acompañaba a combatir pequeños incendios.

“Cuando era niña no quería ir porque mi cabello se llenaba de olor a humo. Cuando era mayor, tenía extensiones y se quemaban. No entendía qué les gustaba de todo eso. Salía con mi papá y mis tíos, eran viejos bomberos, apagaban fuegos con trapos mojados, apagaban fuegos enormes. Yo tenía 8 o 9 años y estaba ahí”, recordó Cintia.

De niña no quería acercarse a las fogatas por el olor a humo que le quedaba en el pelo (Foto: Cintia Brandana).

Fue una de sus cuñadas quien la animó a regresar. Fue una tarde en la que ella le pidió que la acompañara a llevar comida a su cuartel. Ese día se puso el traje y nunca se fue. “En 2009, la Federación de Bomberos Voluntarios de San Luis dialogó con la Federación Nacional y Me nombraron bombero trans. Fui el primero en el país, incluso me dieron un certificado que documentaba ese logro.”, comentó la puntana.

El gobierno provincial comenzó a trabajar con ella y le ofreció formar parte del Ministerio de la Mujer, Género y Diversidad, específicamente en la localidad de Villa Larca, lugar donde Cintia construyó una casita en un terreno que le regaló un vecino.

Me pidieron que no me escondiera y ayudara a otras chicas. No fue fácil conseguir un trabajo de blanco, así que estoy feliz. Soy parte de un programa de emergencia para la comunidad LGBTIQ+ y mujeres que sufren violencia. Se trata de contenerlos. Me encargo de recibirlos, acompañarlos al médico, asesorarlos o animarlos a informar.«, él afirmó.

Cintia es la primera bombero trans del país (Foto: Cortesía El Diario de la República).

Cintia agregó: “La mayoría de las mujeres no presentan una denuncia por miedo. Ahora están dando un poco más porque se dan cuenta de que pueden vivir mejor. Yo me encargo de que puedan salir de su casa, tener otro hogar y una nueva realidad”.

Su tarea en secretaría la realiza por la mañana, compaginándola con la actividad que realiza cada tarde en el parque de bomberos. “Como bombero, debo completar 30 horas por mes. Es un trabajo voluntario, solo recibimos algo de dinero cuando nos invitan a eventos o festivales.”, indicó.

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Me ofrecieron postularme para alcalde y dije que no, no me siento preparado. Mi trabajo es muy reciente, me he cruzado con gente que admiraba de la política de San Luis, pero ahora quiero ayudar desde este lugar. La gente me dice que tengo mucho valor por haber salido adelante, eso es muy importante para mí.«, él continuó.

“Todavía tengo amigas que trabajan en la calle, me da mucha tristeza ver que muchas niñas no pueden salir de eso. Conseguir este trabajo era empezar a vivir. Porque cuando trabajas en la calle duermes todo el día, extrañas las cosas lindas de la vida. esto es vivir”, completó Cintia.

Fuente: TN

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