El presidente de Bolivia, Luis Arce, juzgó «Es innegable el avance de los gobiernos de izquierda» en la región, desde el triunfo en Colombia de Gustavo Petro, hecho que atribuyó al fracaso de la derecha en sus gestiones y advirtió que la posibilidad de un golpe de estado en su país «esta ahí» porque «a la derecha nacional e internacional no le gustó» lo que hizo su gobierno al «recuperar la democracia».
«La izquierda está volviendo porque la derecha no pudo dar una respuesta satisfactoria a las demandas de la sociedad», dijo Arce, quien también consideró que para enfrentar el fenómeno inflacionario en cualquier parte, lo primero que se debe lograr es «ser uno mismo». -suficiente en la producción de lo que se consume diariamente.
En una entrevista en radio AM750, el mandatario boliviano repasó su militancia juvenil, sus días de estudiante y el «choque cultural» que significó para él su maestría en Inglaterra.
“Durante mi paso por Inglaterra me dieron las bases científicas para poder emprender esta locura de llevar a cabo en el país un modelo económico totalmente diferente al que estaba de moda: el modelo neoliberal. Ese año fue fundamental para poder entender qué se puede desarrollar un modelo económico en América Latina. Y aquí estamos. Ahora nos toca a nosotros conducir la nave del Estado”, subrayó.
“La izquierda está volviendo porque la derecha no pudo dar una respuesta satisfactoria a las demandas de la sociedad”luis arce
Arce dijo, en cambio, que percibió «varias semanas antes» del golpe de Estado contra Evo Morales que estaba ante un «golpe suave, con una estrategia en la que hacían bloqueos y se iban a las casas de los ministros». para gritar y publicar direcciones en las redes sociales.
“Sabíamos que la derecha tenía un plan contra el gobierno y eso se consolidó la noche que recibimos la noticia de la OEA y el famoso informe que es prácticamente el detonante del golpe de Estado en el país”se refirió.
Destacó el papel de la embajada de México en La Paz, que brindó «la mayor seguridad y un cálido recibimiento» a la dirección del MAS e insistió en el «papel fundamental» de los diplomáticos.
También ratificó la transparencia del juicio que terminó con 10 años de prisión para la expresidenta de facto Jeanine Áñez y lamentó que «la derecha no quiere reconocer» que «los mismos jueces y fiscales» que actuaron en este caso fueron los que «persiguieron políticamente» a funcionarios del gobierno de Morales.
“Hemos seguido todos los pasos para que se respete el debido proceso a la señora Áñez. Le hemos dado todas las condiciones, incluso tuvo privilegios. Los familiares de la señora Áñez se quedaron a dormir con ella”, repasó.
Denunció que «la derecha ha hecho un esfuerzo por intentar demostrar» que hubo un incumplimiento de la normativa, «pero el juicio de Áñez ha durado lo que tenía que durar», porque el Ejecutivo «ni se metió ni obstaculizó».
También reveló que le costó «bastante convincente» a su familia de su candidatura a la presidencia, cuando se comenzaba a barajar esa posibilidad. «Mi mamá, mi esposa y mis hijos siempre han estado en desacuerdo. Todavía tengo algunos problemas con eso», bromeó.
Arce explicó que cuando llegó al Ejecutivo entendió que tenía que resolver de inmediato la situación generada por la pandemia del Covid-19 porque sino “no se podía enfrentar el tema económico”.
Consultado sobre si aún existe la posibilidad de un golpe de estado en Bolivia, respondió: «Está ahí; lo que hicimos cuando recuperamos la democracia no fue del agrado de la derecha nacional ni internacional. Vimos visitas sospechosas de personajes de otros países, que han se reunió con gente de la derecha local que participó y gestionó el golpe de 2019, no descansan”.
Y resaltó que está tratando de hacer una buena gestión «para que la población juzgue cualquier intento de desestabilización que pueda venir».
En este marco, defendió su programa de «industrialización por sustitución de importaciones».
Y sobre la futura gestión del Petro en Colombia, advirtió que “siempre es difícil cuando un país sale de una estructura como la derecha establecer un gobierno progresista que intente solucionar problemas que la derecha no pudo solucionar”.
“Hablamos con Petro y hablamos de seguir construyendo la Patria Grande. En eso estamos todos comprometidos”, remarcó, y definió al secretario general de la OEA, Luis Almagro, como “un traidor” y a Evo Morales como “un gran líder, y subrayó que el Papa Francisco «quiere transformar la Iglesia».
Con información de Telam y otras fuentes de noticias.