Las audiencias públicas celebradas hasta el 12 de mayo para discutir aumentos en las facturas de luz y gas y la implementación de un esquema de segmentación para tarifasno cambiará la complicada situación financiera que ya sufre la mayor distribuidores de servicio publico de Argentina
A saber, Metrogas, Edenor y Edesurque atienden a más de 10 millones de usuarios distribuidos en Capital Federal y gran parte del Conurbano Bonaerense.
Desde hace varios años, sus ejecutivos reclaman al Gobierno que aplique un mecanismo de honestidad en el valor de los distribución de electricidad y gas.
Lo han estado haciendo sin suerte porque el Gobierno se niega a aplicar esta política, por dos motivos, uno ideológico y otro de sentido común electoral.
El primero tiene que ver con las banderas levantadas por los Kirchnerismo dentro de la alianza oficial del Frente de Todos desde el primer mandato de Néstor Kirchner, cuando la emergencia económica desatada a partir de 2002 obligó a congelar las tarifas para evitar injusticias sociales.
Esta política se mantuvo durante 12 años y paulatinamente generó una tasa de trampa tan grande que actualmente es imposible desbloquearlo por completo.
Inflación, pobreza y subsidios: el escenario actual del país
La segunda razón está ligada precisamente a ese escenario de la situación del país, con una inflación galopantemás del 50% de la población pobre y millones de pesos gastados por el Estado en subsidios al precio de la electricidad y el gas que favorezca a todos los sectores sociales, independientemente de sus ingresos.
Edenor inició el año reportando una pérdida de $2.818 millones en el primer trimestre
Pero, en base a esta bandera de política social inclusiva, las empresas encargadas de los servicios han ido acumulando saldos en rojo que en 2020 se vieron potenciados por los efectos del coronavirus que ni siquiera una actualización tarifaria limitada como la que se produjo el año pasado. y en este 2022 basta para dar marcha atrás.
l deterioro de los ingresos de Edenor, Edesur y Metrogas es tan grande que en estos dos años y medio de gestión del presidente Alberto Fernández acumulan una pérdida conjunta de $73,908 millones.
Es decir, $6.159 millones mensuales; $202 millones por día e incluso $8,4 millones cada 60 minutos.
El dato surge de sumar lo que perdieron en 2020 ($37.033 millones); la de 2021, ($33.868 millones) y la roja que ha acumulado en el primer trimestre de 2022, que asciende a $3.007 millones, con excepción de la utilidad de $2.202 millones lograda por Edesur en el mismo período.
Empresas de servicios: gastos desequilibrados
Las empresas insisten en anticipar que el mismo escenario de inestabilidad financiera que enfrentan no cambiará por los incrementos que se deriven de las audiencias públicas realizadas a fines de esta semana.
Sostienen que en las reuniones convocadas por la Secretaría de Energía de la Nación, el precio de distribución dentro de la tasa final, por lo que el incremento que puedan recibir será escaso y aún no será suficiente para equilibrar su facturasen el marco de un país como Argentina, que apunta a cerrar el año con una inflación superior al 60%.
Tampoco ven positivo el nuevo esquema de segmentación para sus cuentas. Lo ven como un proceso de política energética por redistribuir los fondos del Estado que llegan directamente a los consumidores y que se utilizan para mantener congelado el precio de la energía y el gas con el objetivo de hacer más equitativa esta distribución.

Entre enero y marzo pasados, Metrogas acumuló una roja de $189 millones por falta de ajuste de tarifas
Además, plantean dudas sobre el formato de segmentación que se aplicará a partir de la formación de los tres sectores que tendrán precios diferentes.
Entienden que es un esquema muy complejo que debe, entre otros factores, cruzar la titularidad del servicio con índices ligados al precio del inmueble y los ingresos de sus habitantes.
Por eso estiman que su puesta en marcha tardará al menos dos meses y no se hará efectiva a partir del próximo mes de junio, fecha establecida por el Gobierno para modificar los precios de la luz y el gas y empezar a aplicar las subidas que, según fuentes oficiales, estará alrededor del 16% al 20% en promedio.
marco errático
«La segmentación no resolverá nuestros problemas de caja ni despejará la incertidumbre sobre el funcionamiento de los servicios», advierten desde las empresas, donde también dudan de la capacidad del Gobierno para abrir el precio de los servicios pisado durante 13 años, más allá de correcciones menores como la del año pasado y la de este año.
Por lo tanto, el valor real actual de electricidad y gasal punto que se publicó un informe de la calificadora Moody’s que analizó el desempeño de Distribuidora de Gas Cuyana.
Anticipa un peligroso marco de volatilidad por la decisión de las autoridades de seguir controlando las tasas.

Edesur fue la única distribuidora de energía eléctrica que presentó saldo positivo durante el primer trimestre de 2022
“Las regulaciones oficiales para el segmento de gas se han vuelto más inciertas, afectando la evaluación crediticia de las empresas”, detalla el documento de Moody’s donde también se estima que la alzas de tarifas de gasolina otorgado por el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) estará por debajo de la inflación y la variación del tipo de cambio en 2022.
La firma también señala al Gobierno por el «carácter discrecional del marco regulatorio, la alta incertidumbre sobre la evolución de las tarifas reguladas y la falta de políticas claras para el sector, lo que puede seguir deteriorando la capacidad de pago de las empresas en los próximos 12 años». a 18 meses».
También califica el proceso de actualización de tarifas como «errático e insuficiente» para garantizar una adecuada recuperación de costos y nuevas inversiones.
Mayor endeudamiento para cubrir necesidades de financiación
Para compensar este deterioro en la capacidad de generación de flujo, Moody’s explica que las empresas incrementaron sus deudas comerciales por pagos a proveedores para cubrir necesidades de financiamiento.
Por ejemplo, Metrogas viene advirtiendo que mientras la tarifa se mantenga en valores constantes, “esto seguirá teniendo un impacto negativo en la sociedad, reduciendo el flujo de ingresos y empeorando la actual situación económico-financiera”.
Como mecanismo de protección, la empresa propiedad de la estatal petrolera YPF comenzó, en diciembre del año pasado, a pagar la mayor parte de la deuda de los acuerdos con las productoras de gas contratadas durante 2019, además de iniciar negociaciones para liquidar el pasivo generado por el gas entregado en junio, julio y agosto de 2020. En este punto, la empresa pudo acordar con el 70% de los productorescancelando varios de esos vencimientos de deuda.
Proceso de negociación de la deuda bancaria
con respecto a su deuda bancaria, también inició un proceso de negociación, el 23 de abril, con los bancos ICBC; Itaú Argentina e Itaú Unibanco Sucursal Nassau para refinanciar la totalidad del capital cuyo vencimiento era en 2021, así como una reducción en el costo financiero y el cargo por intereses.

De su gira internacional, Fernández defendió el modelo aplicado por el Gobierno
En cuanto a las distribuidoras de electricidad, la situación de Edenor y Edesur es similar ya que para cubrir sus costos se financian con Cammesa. Es decir, no pagan a la empresa estatal encargada del despacho de energía eléctrica la totalidad del monto que les facturan por el costo de generación, sino que se encuentran en un nivel de cobrabilidad del 60%.
Pero, Más allá del escenario financiero que sufren las concesionarias de los servicios públicos de gas y electricidad por la falta de sinceridad en las tarifas, desde Alemania, Alberto Fernández defendió el modelo aplicado por el Gobierno, considerando que actualmente “la energía está siendo subsidiada al 10% más rico del país, lo que no es justo en igualdad de condiciones”.
También advirtió a los funcionarios de la alianza gobernante que no están de acuerdo con su visión de dejar el gobierno. Un mensaje directo a los referentes del kirchnerismo dentro del Ministerio de Economía; el Ministerio de Energía y los entes de control de electricidad y gas que rechazan la política oficial y piden enfrentar un proceso tarifario diferente, repitiendo el mandato recibido de su titular, la vicepresidenta Cristina Kirchner.
De hecho, el secretario de Energía, Darío Martínez, no participó de las últimas audiencias públicas; el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo y los auditores de los entes reguladores, Federico Bernal (Enargas) y Soledad Manin (ENRE), quienes responden a CFK y manifestaron su disconformidad con futuros aumentos.
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Fuente: iprofesional.com