No hubo este mediodía, como se esperaba, un boletín de los médicos. Fue el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, quien dio las explicaciones. «Su Santidad se encuentra en buen estado general, consciente y respirando espontáneamente», dijo. Los tiempos fueron más largos que los que se manejaron en las primeras horas en las especulaciones. La cirugía duró tres horas y el postoperatorio se extenderá por siete días, «salvo complicaciones», la hospitalización del Papa Francisco en el hospital Gemelli.
Ayer fue intervenido por un amplio equipo de especialistas con el cirujano Sergio Alfieri de 55 años como protagonista. El portavoz Bruni explicó que la cirugía para el bloqueo (estenosis) de los divertículos del colon, «involucró una hemicolectomía izquierda».
Este término significa que el cirujano corta una parte del lado izquierdo del colon para extirpar los divertículos comprometidos con infecciones.
El diario romano «Il Messaggero» escribió en su edición de este lunes que se habían producido complicaciones durante la operación. Dijo que la operación había comenzado con la técnica laparoscópica, pero que el cirujano Alfieri y otro que lo ayudó tenían que «practicar iniciaciones».
La laparoscopia se utiliza mucho en este tipo de operaciones. Es una técnica quirúrgica que permite acceder al interior del abdomen sin realizar grandes incisiones.
El Papa Francisco saluda a la multitud cuando llega para la oración del Ángelus en la ventana de su estudio con vista a la Plaza de San Pedro en el Vaticano el domingo 4 de julio de 2021. (AP
Los divertículos son pequeñas bolsas que se forman en las paredes del colon, una enfermedad que padecen la mayoría de los ancianos de ambos sexos. Y el Papa tiene 84 años.
Las infecciones requieren el uso de antibióticos, dietas especiales y, si es necesario, intervención quirúrgica en la zona afectada. El objetivo de la cirugía es reducir los riesgos provocados por la diverticulitis, que incluye el sangrado y cuya mayor complicación es la perforación intestinal.
Dos enfermeras vaticanas asisten al Papa desde que se instaló ayer en el décimo piso del policlínico en la zona reservada a los pontífices. Allí, Juan Pablo II fue internado siete veces desde el ataque de mayo de 1981 en la Plaza de San Pedro, que casi le cuesta la vida.
Las enfermeras del Vaticano se suman al personal sanitario del hospital Gemelli. Uno es Massimiliano Strapetti, un veterano, y el otro también es de gran confianza. Estuvieron con el pontífice toda la noche.
En la zona reservada a los pontífices, que también incluye una pequeña capilla, hay un largo pasillo que conecta con los ascensores. Está controlado por la policía italiana, pero también hay varios miembros de la Gendarmería del Vaticano y la seguridad interna del policlínico.
La sala del Papa tiene grandes ventanales desde los que se asomaba San Juan Pablo II hace 40 años.
El Papa entró en el Gemelli de forma casi anónima, acompañado únicamente por su chófer y un asistente. Al mediodía, después de rezar el Ángelus a la multitud reunida en la Plaza de San Pedro desde una ventana del Palacio Apostólico, anunció que en septiembre visitaría Hungría y Escolaquia entre el 12 y el 15 de septiembre.
La operación se programó en el momento más oportuno, en cuanto el Papa inició sus vacaciones en el mes en que todo el mundo lo toma en el Vaticano. En julio se suspenden las audiencias generales y las actividades oficiales del pontífice. Solo el domingo en la oración del Ángelus mantiene contacto semanal con los fieles.
Fuente: Clarin.com