Las empresas y los negocios, cada vez son juzgados o valorados por los usuarios y consumidores con mayor celeridad. En el entorno actual, donde la inmediatez al acceso a la información y donde las redes han propiciado la participación de todas las personas, cabe reseñar que el desarrollo sostenible de las empresas ha pasado a formar parte de una de las prioridades de los negocios con el fin de lograr mejores valoraciones por parte de sus clientes, a veces, dejando en segundo plano otros aspectos, como el precio e incluso la calidad.
Para entender ambos preceptos, y sobre todo, para determinar la influencia de todo ello en la elaboración de un plan de responsabilidad social de una empresa, es necesario definir cada uno de los conceptos, tanto de la sostenibilidad o el desarrollo sostenible -un término añejo, aunque popularizado hace pocos años- y, mismamente, la responsabilidad social corporativa, y cómo el desarrollo sostenible se incluye dentro de ella.
Desarrollo sostenible
Lo que también se conoce como sustentabilidad, de acuerdo a la definición oficial, hace referencia a que se puedan satisfacer las necesidades del presente sin comprometer el futuro de las nuevas generaciones. Por ello, se entiende también que es un equilibrio entre el crecimiento económico y la preservación, tanto del medio ambiente como de la calidad de vida de las personas, que directa o indirectamente, se vean afectadas por la actividad productiva de una empresa, por ejemplo.
El desarrollo sostenible, a partir de iniciativas globales impulsadas por la ONU, pasó a ser uno de los requisitos de los gobiernos para que las empresas de cada país pudieran ser más competitivas, pero sobre todo, más eficientes y respetuosas con la sociedad y con el medio ambiente. Por eso, la sostenibilidad es un aspecto clave en la responsabilidad social corporativa.
Responsabilidad social corporativa
Una correcta definición de la responsabilidad social es un compromiso adquirido voluntariamente por las empresas para mejorar su entorno, tanto social como ambiental, por lo que es una manera de gestionar las empresas, que al mismo tiempo que permite ser competitivos y altamente productivos, ayuda a generar cambios positivos con acciones contundentes en la sociedad, en la comunidad y en el medio ambiente.
El desarrollo sostenible, entonces, ingresa en la responsabilidad social como una de las visiones prioritarias, no solo para que las empresas sean mejores y puedan tener acceso a múltiples bonificaciones o exenciones, sino directamente, para ser mejor valoradas por los usuarios.
¿Cómo influye lo anterior en la percepción de los usuarios?
La preocupación por la sociedad, por el fortalecimiento de la comunidad -desde lo micro hasta lo macro- y muy especialmente por el medio ambiente, son cuestiones ineludibles al hablar del consumidor actual. Hoy, los consumidores valoran muy positivamente las acciones de responsabilidad social y sostenibilidad de las empresas, y a partir de estas acciones son capaces de preferir a estas empresas, incluso cuando en la competencia puedan encontrar mejores precios o mayor calidad. Todo ello, desde luego, por la filosofía de desarrollo sostenible que mueve a dichas empresas.
De la misma manera, son más proclives a compartir con otros consumidores las acciones positivas que dichas empresas realizan -lo que indirectamente se convierte en una estrategia de marketing-, lo que sin duda, tendrá mejores frutos a corto y medio plazo.
Pero, sin duda, para entender la influencia de esto en los consumidores, basta con ver todo desde una perspectiva diferente: aquellas empresas que crecen -y mucho- pero a expensas de sacrificar mucho en cuanto a la calidad de vida de sus entornos o del medio ambiente, tienen a largo plazo un camino muy tortuoso por recorrer, ya que cada vez habrá una menor cantidad de usuarios que se sentirán identificados con la marca y con sus productos, entendiendo que no están haciendo todo lo correcto que se debería hacer, yendo hacia la competencia.
Por tales razones, en la actualidad, para competir también se deben establecer criterios que permitan crecer sin sacrificar el medio ambiente y la sociedad, pilares fundamentales del desarrollo sostenible.