La salida «a los portugueses» en la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) fue una referencia ineludible durante la primera etapa de la gira presidencial europea en Lisboa. Después crítica interna a las «autoridades fiscales», el Gobierno aseguró que negocia un pedido de cuentas pero con una mirada expansiva, mientras que el FMI exige un gasto más eficiente.
Desde la perspectiva del Ejecutivo, Portugal logró una negociación que evitó las restricciones impuesta por el entonces director gerente de la organización, Christine Lagarde, por lo que se convirtió en el modelo a seguir cuando se habla de un nuevo programa, que puede llevar «más o menos» tiempo.
En el primer día de gira, el ministro de Economía, Martín Guzmán y el canciller Felipe Sol participaron en reuniones con los asesores económicos y diplomáticos del presidente de Portugal, donde uno de los puntos fue el recargo cobrado por el Fondo Monetario en interés de programas extraordinarios, como el Stand By que se le otorgó a Argentina por US $ 44.500 millones. En este marco, existe un acuerdo con Portugal para eliminar los recargos a los tipos de interés de los préstamos del FMI, que serán analizados por la agencia en octubre.
Desde finales del año pasado, Guzmán ha propuesto en foros internacionales la eliminación de estos sobrecostes, que para Argentina representan unos 200 puntos básicos más. El reclamo fue reiterado durante las últimas reuniones del G20 y G24, además de la Junta de Gobernadores del FMI y Banco Mundial el mes pasado. Portugal también lo puso sobre la mesa en la Cumbre Iberoamericana.
Desde el FMI, tras la reunión de «primavera» de la agencia, Kristalina Georgieva aseguró que Se tendrá en cuenta el reclamo de Argentina e indicó que este año está prevista una revisión de estos cargos.
Según estimaciones oficiales, el recargo representó $ 900 millones adicionales en intereses del último acuerdo Stand By. La eliminación de la categoría de «acceso excepcional» o un aumento en los límites para ingresar a ese rango será para programas futuros y no impacta en el préstamo actual.
Otra de las demandas de Guzmán en el G20 fue la redistribución de los Derechos Especiales de Giro que el Fondo Monetario distribuiría entre los países miembros. La junta directiva aprobará una expansión de $ 650 mil millones el próximo mes y en el reparto al Argentina tocará u $ s 4.354 millones por su participación en el cuerpo.
La Kirchnerismo, a través de los senadores encabezados por Oscar Parrilli, presentó un proyecto para marcar la cancha de Guzmán sobre qué hacer con esos fondos. Piden que vayan a hacer frente a la crisis de salud y la asistencia financiera debido a la pandemia y no al pago de deudas.
Según el Gobierno, el Los DEG fortalecerán las reservas del Banco Central y se utilizará como apoyo a la emisión de bonos, que financiará las necesidades generadas por la pandemia. Una de las alternativas a los DEG es que se utilicen para descomprimir los vencimientos remanentes con el FMI, que deben continuar cancelando hasta que haya un nuevo programa. Ante el proyecto de los senadores kirchneristas, varios economistas recordaron que el dinero «es fungible».
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Fuente: www.cronista.com
Esta nota fué publicada originalmente el día: 2021-05-09 21:57:00