La barrera física con el bielorruso respira al Ejército lituano. Los militares han dejado guardia permanente en la línea que divide los dos territorios, aunque se ha designado un grupo de reacción rápida para que pueda actuar en caso de necesidad.
Las operaciones de instalación del sistema de seguridad estarán listas a finales de año. En agosto se fortificó con una valla la mayor parte de la frontera, unos quinientos kilómetros, aunque según Rimantas Petrauskas, subjefe del Servicio Estatal de Guardia de Fronteras, los inmigrantes causan daños: “Este año hemos registrado unos 350 casos de daños. Últimamente “Hemos observado que la barrera física está dañada precisamente donde actualmente no hay sistemas de videovigilancia. En ocasiones se pone a prueba el tiempo de respuesta de nuestros agentes. Solo en casos aislados nos damos cuenta de que se producen daños donde hay cámaras de vigilancia».
Desde que los guardias lituanos obtuvieron el derecho a rechazar a los inmigrantes irregulares en agosto, se ha impedido la entrada a más de 19.000 de ellos. En 2021, 4.200 personas cruzaron de Bielorrusia a Lituania en lo que el gobierno del país báltico consideró un ataque híbrido del régimen de Minsk.