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La vuelta olímpica de Belgrano: así vivieron los jugadores la caravana mágica del ascenso

La caravana del Belgrano de Primera sacudió el lunes por la tarde y los viajes la carretera de circunvalación en una celebración sin precedentes y para recordar. Con el ascenso a la Liga Profesional después de tres años y bajo el brazo, y la afición tapizando todo el trazado de celeste para la vuelta olimpica gigante

Los jugadores, vistiendo la alusiva camiseta negra con la inscripción «Belgrano histórico campeón», con banderas y sombreros, tambores y platillos, cantó junto con los Piratas que siguieron al autobús descapotable en columnas de unos cinco kilómetros. Y a los que saludó desde los puentes y los costados de la avenida. A las 7:15 pm la caravana apenas cruzaba la avenida Valparaíso. Por eso, la celebración continuará hasta el anochecer, cuando lleguen al puente de entrada a Villa Esquiú.

santiago longo, tapándole un ojo al piratauno de los más efusivos a bordo del grupo. Pablo Vegetti, el máximo goleador del equipo y el torneo, con unas gafas de sol que no impedían adivinar la emoción En su mirada. Wilfredo Olivera, campeón con Belgrano y antes con Talleres, fotografiando a la gente. El turco Ibrahim Hesar ondeando una bandera. Y así todos.

Y todos saltando y cantando el “Dale campeón” que despierta ecos de la siesta del domingo. También una “el que no salta, es de la T”, en las inmediaciones del predio albiazul, al borde de la Circunvalación.

Luifa Artime y Guille Farré en caravana

Luis Fabián Artime, presidente del club, asombrado por la caravana, publicó en su cuenta en Gorjeo como un fan mas: “Increíble, Córdoba está de fiesta”.

Por su parte, el técnico Guillermo Farré, quien ya sabe de estos festejos por el mítico ascenso contra River en la Promoción 2011, también subió a los festejos en el grupo de alegría Pirata, junto a sus directores.

Cerca de las 10 de la noche se completó el anillo y la celebración, desembarcando en Villa Esquiú. Ya es de noche pero no importa, porque desde hace un par de días en Belgrano nadie duerme.

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