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Laberinto Patagónico, un lugar de magia y encanto en la Región Andina /Titulares de Turismo

Foto: Eugênia Neme.

Ubicado en una propiedad de cinco hectáreas, rodeado de bosque nativo y cubierto por un halo de indescriptible encanto, y a sólo cuatro kilómetros del centro urbano de la ciudad de El Hoyo, en Chubut, se encuentra Laberinto Patagonia, una peculiar experiencia para disfrutar en familia y con amigos.

Se trata de uno de los laberintos más grandes de Sudamérica, y está formado por un seto de 8.000 metros cuadrados, con 2.200 metros de sendero para recorrer y un circuito de nueve puertas por descubrir, lo que constituye una propuesta estimulante para quien visita la Cordillera de los Andes. . . .

La energía, los colores, los desafíos, las risas, los desacuerdos y los encuentros con uno mismo y los demás se presentan en este espacio que inició su historia en 1996, luego de la plantación de los árboles que ahora lo conforman, teniendo en cuenta los conocimientos de la Cabalá, geometría sagrada, mitología, filosofía y mucha magiaque hacen que personas de todo el mundo quieran vivir esta experiencia que recordarán para siempre.

«En cada laberinto siempre hay una salida pero primero hay que perderse», Cláudio Levi dijo a Télamquien celebra 40 años en la región y quien se inspiró en su niño interior, explorador, artista y creador de laberintos con muebles en su sala, para materializar su propio laberinto en el sur del país.

Levi vivió en la ciudad de Olivos, al norte del Gran Buenos Aires, donde él y sus amigos buscaron pasadizos secretos, ingresaron a mansiones abandonadas, exploraron terrenos baldíos, acueductos y túneles.

Foto Eugenia Neme
Foto: Eugênia Neme.

Además, una visita inolvidable al laberinto cordobés de Los Cocosla lectura de autores como Franz Kafka y Jorge Luis Borges, y de músicos como el violinista Paganini fueron fuentes fundamentales para la creación de su laberinto austral.

Después de trabajar durante más de diez años para ver crecer los más de dos mil cipreses con los que construyó el laberinto, Levi explica que siempre trabajó esperando «el momento de la paz, siempre esperando terminar de ver el proceso, cómo termina todo». «. .

Y garantiza que la creación de su laberinto patagónico “se pierde en el sueño”ya que es «de ensueño».

“Lo que ves en un laberinto es la entrada y hay que buscar una salida, y para eso hay toda una serie de pasajes, corredores, que pueden ser físicos, pueden ser vallas, pueden ser muros”, agregó.

En este sentido, advirtió que “uno puede verlo como un juego o como una alegoría de la vida que siempre, en cada laberinto que se te presenta, hay una salida, pero primero hay que perderse, algo que a veces pasa con tu pareja, en un trabajo, en una empresa, en una título universitario… pero «La salida siempre está ahí».

“La parte mágica es la que más me gusta, porque juegan niños y mayores, porque entra un niño de cinco años y se emociona, corre, va y viene y entra una persona de 80 años y además, se olvida. que tiene 80 años”, anotó.

Foto: Eugênia Neme.

en el laberinto «Olvidas el carácter; el laberinto te lava, te purifica. porque entraste allí y en el momento en que entraste, en ese primer paso cuando ya buscabas la salida, te olvidaste.»

“Ahora yo soy la persona y tengo que salir de aquí y sólo tengo mi cuerpo; no hay ningún gadget, no hay GPS de ningún valor, no hay ningún dron”, añadió.

“El laberinto tiene una parte racional pero tienes mucha intuición, esto ejercita tu intuición, por eso en general los niños salen antes que los adultos, no sus padres”, dijo el creador.

En la propiedad donde se encuentra el laberinto hay También una casa de té, como en los cuentos.con majestuosas vistas a las montañas y el espacio de senderos que se bifurcan, donde se ofrecen delicias elaboradas con materia prima local.

Durante todo el año alberga encuentros y muestras artísticas, entre otras actividades, además de venta de libros, fotografías, joyería, cerámica y producciones de artistas locales.

Foto: Eugênia Neme.

También está “La Sidrería”, un restaurante con una propuesta gastronómica que ofrece platos patagónicos, bebidas y sidra artesanal, mientras que la galería de arte GAL ofrece eventos musicales y experiencias sensoriales que incluyen arte, tecnología, sonido y movimiento.

Este año, El Laberinto estará abierto al público durante el fin de semana largo que inicia el 13 de octubre, “desde las 10:30 horas hasta el anochecer”, según se publicó en las redes sociales del inmueble, ubicado en El Hoyo, que tiene entradas a 3.500 pesos para adultos y 2.500 pesos para niños de hasta 12 años. . personas mayores, así como tarifas especiales para residentes y jubilados. Los niños menores de siete años tienen entrada gratuita.

Luego estará abierto desde el viernes 8 de diciembre hasta el martes 2 de abril de 2024, todos los días, incluidas Navidad y Año Nuevo, desde las 10.30 hasta el anochecer.

Juego, misterio, naturaleza e infinitas emociones de un tiempo sin tiempo ofrecen este lugar de la Patagonia argentina donde un paseo por sus pasajes propone reconectarse con la esencia y confiar en que siempre habrá una salida.

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Fuente: telam.com.ar

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