El repunte de las compras no solo se debió al impacto de la invasión rusa de Ucrania, sino también a las restricciones del transporte local y al aumento de la demanda interna alimentada por la virtual congelación de las tarifas. También influyó en la gestión improvisada del área de energía donde se hizo evidente la descoordinación por las internas. Ante este escenario desolador, Energy sorprendió al anunciar este fin de semana «grandes ahorros» de US$202,8 millones en importaciones de gas producto de la reprogramación de 3 buques de GNL.
Las importaciones de energía demandaron US$6.609 millones en el primer semestre, 190% más que en igual período de 2021. Es la cifra más alta en 30 años, superando incluso los US$6.413 millones de 2013. La consecuencia fue un fuerte aumento del déficit de la balanza comercial de energía que ascendió a US$2.648 millones, 654% más que hace un año. Se trata de la mayor roja registrada en el sector desde 2014, según cifras oficiales recopiladas por la consultora Economía y Energía, que dirige Nicolás Arceo.
Desde Energía afirman que gracias a la gestión de Enarsa y CAMMESA lograron importaciones por US$202,8 millones
El aumento de las importaciones no se debió únicamente a la impacto causado por la invasión rusa de Ucrania sino también a una disminución de la oferta local de gas natural, por la saturación de la capacidad de transporte en la cuenca Neuquina y la caída en las demás cuencas, y a un aumento de la demanda interna incentivada por el virtual congelamiento de tarifas. También influyó la improvisada gestión del área de energía donde se hizo evidente la descoordinación por política interna, según Econo Journal.
en defensa propia
Ante este escenario desolador que puso contra las cuerdas al país por la falta de dólares, la Secretaría de Energía sorprendió este fin de semana al filtrar un informe a través de varios medios donde afirma que como resultado de la gestión eficiente de Enarsa y CAMMESA se logró “ enormes ahorros» de US$202,8 millones en importaciones de gas por barco al reprogramar 3 envíos de GNL que debían llegar en agosto. Sostienen que esta reprogramación fue posible luego de que las temperaturas fueran más altas de lo esperado en julio y aumentara la importación de electricidad de Brasil a mejores precios.
“Todo el tiempo estamos buscando la eficiencia y la generación de ahorro, con base en lo que está pasando en Brasil, el mundo y los temas climáticos. Un grado más o menos cambia mucho las cosas”, explicó a Infobae Sebastián Bonetto, gerente general de CAMMESA. Sábado. .
La fuga de eso supuestos «grandes ahorros» en las importaciones se da en medio del cambio ministerial y busca resaltar una supuesta eficiencia del área energética que manda el cristianismo en medio de un cataclismo sin precedentes del que han sido en gran parte responsables.
Funcionarios cristianistas afirmaron que Guzmán fue responsable de los errores cometidos en el área energética
En un intento por determinar esas responsabilidades, los funcionarios cristinistas filtraron este fin de semana a Clarín que fue el entonces ministro de Economía, Martín Guzmán, el responsable de los errores que se cometieron en el área energética, ya que al momento de planificar las importaciones para este año supuestamente pidieron anticipar las compras para no convalidar la subida de precios que se avecinaba, mientras que el exministro los detuvo y terminó perjudicándolos. Del lado de Guzmán siempre dejaron claro que no controlan las decisiones en ese terreno cercado por el vicepresidente desde que Alberto Fernández asumió la presidencia en diciembre de 2019.
Más allá de la anécdota de la reciente reprogramación de los 3 buques de GNL y el paso de facturas entre el cristinismo y Guzmán, todas las estadísticas en el área energética muestran un escenario catastrófico que puso al gobierno al borde del abismo por la creciente divisa extranjera. pedir.
demanda de energía
La menor disponibilidad de gas, producto entre otros factores del incremento en el costo de importación de GNL, llevó a una contracción interanual de 3% en el primer semestre. Sin embargo, esta caída no es homogénea y se explica casi exclusivamente por una caída del 16,6% en el consumo de gas de las centrales.
En tanto, el consumo de las distribuidoras mostró en el primer semestre una suba del 12,5% respecto al año anterior y del 16,9% respecto a 2019. Es decir, en el peor momento de la crisis energética y cuando muchos países están obligando a ajustes en el gas consumo para evitar el colapso, los hogares argentinos aumentaron su consumo rápidamente. “El aumento de la demanda por parte de las distribuidoras estaría reflejando la importante reducción de los precios del gas en los últimos años”, destaca Economía y Energía. Esta reducción de precios no fue sólo consecuencia del congelamiento sino también de reducciones nominales de precios a través de la expansión del Régimen de Zona Fría.
Algo similar sucede con la electricidad. El consumo del segmento residencial durante el primer semestre creció 6,4% respecto al año pasado y 18,3% respecto al mismo periodo de 2019.
importaciones de energía
Las importaciones de energía ascendieron a US$6.609 millones en el primer semestre, 190% más que en igual período de 2021. Economía y Energía destaca que el 68% del aumento de las importaciones en ese primer semestre se explica por el incremento en las compras de diésel (+ US$1.882 millones) y GNL (+US$1.044 millones).
Los tres principales productos energéticos importados (diesel, GNL y gas natural) representan en promedio el 70% de las compras. Debido a los precios relativos entre el diesel y el GNL, se observaron menores importaciones de este último producto, pero un repunte en las compras de diesel.
Los principales productos energéticos importados (diésel, GNL y gas natural) representan el 70% de las compras
Finalmente, el informe de Economía y Energía sostiene que dadas las tendencias imperantes y los precios actuales en el mercado mundial, este año se espera un nivel récord de importaciones de alrededor de US$13.500 millones, frente a los US$5.843 millones registrados en 2021.
De esta forma, el déficit energético pasaría de 559 millones en 2021 a 5.837 millones en 2022, valor solo superado durante el desastre de 2013 y 2014.
El sector energético no solo tuvo un fuerte impacto en las cuentas externas sino también en los niveles de subsidios como resultado de una política tarifaria que se limitó a mantener los precios prácticamente sin cambios en una economía con una inflación que en los últimos años promedia 50% anual. Por ello, este año se estima que los subsidios podrían ascender a US$15.500 millones. “Este es el valor más alto de las últimas décadas, solo superado por 2015”, destaca Economía y Energía.
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Fuente: iprofesional.com