Este es un buen comienzo, pero puede y esperamos que sea mejor para el cliente. El descuento del 5,5% en las tarifas telefónicas, en realidad un adelanto para marzo de lo que venía en noviembre de 2000, requiere un doble escrutinio. Primero el nivel, es decir, cuánto es el descuento. Y, segundo, de qué forma se premia.
El nivel anunciado del 5,5% equivale a 110 millones de dólares anuales. ¿Es este un esfuerzo significativo para ambas empresas, Telecom y Telefónica? La cifra se puede comparar con algunos de los beneficios que obtienen:
a) $ 276 millones, acordados por el gobierno saliente para la gestión extranjera («honorarios de gestión») de las compañías telefónicas, como beneficios superiores a las ganancias que fueron de $ 627 millones por año en promedio en 1991-99; Son ventajas que otras industrias no tienen;
b) $ 1,350 millones que pagamos en exceso por año en tarifas de larga distancia nacional a una tarifa promedio de 35 centavos por minuto, en lugar de los 7 centavos que se pagan en Estados Unidos, Chile o Inglaterra. La ansiada competencia en la larga distancia, dada la forma de apertura por decreto, no trajo un grado de rivalidad para bajar los precios de manera más abierta.
Por otro lado, la reducción de la suscripción comercial de $ 32 a $ 26 por mes debe compararse con el precio más real de $ 16, cifra que paga el cliente residencial por el servicio dial-up y dial-up. La diferencia entre suscripciones comerciales y residenciales es ficticia, no está relacionada con los costos de brindar cada uno de estos servicios. Es el mismo cable de cobre, la misma computadora y software en la central telefónica, el mismo costo de marketing y servicio al cliente para ambos.
En cuanto a la forma, los descuentos obtenidos proporcionan a las compañías telefónicas los medios para bloquear la competencia. El consumidor recibirá los descuentos siempre que:
1- adherirse a un plan de proveedores establecido. Por tanto, deja a otros operadores entrantes en desventaja; y
2- Comprender mecanismos complejos, propios de esta industria que tiende a confundir al consumidor. Los descuentos no se otorgan sobre el total de la factura, sino parcialmente, como pulsos gratis o solo a los números más llamados.
Estos descuentos logrados son producto de una primera negociación entre el gobierno entrante y empresas con alto poder e influencia en el mercado. Las autoridades del sector de telecomunicaciones tienen el margen – vía tarifas, condiciones de interconexión y competencia abierta – para restablecer el equilibrio a favor de consumidores y empresas. Esperamos más beneficios como consumidores en los próximos meses.
El autor redactó el libro «Reglas y estrategias para la interconexión y liberalización de las telecomunicaciones en Argentina».
Por Ricardo D. Yomal Para La Nación
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Fuente: lanacion.com.ar