La cocina italiana: un patrimonio cultural inmaterial reconocido por la Unesco
El Comité del Patrimonio Inmaterial de la Unesco inscribió este miércoles la cocina italiana en su Lista Representativa, destacando que esta práctica se ha consolidado como «un modelo de identidad sociocultural» y un legado emocional que trasciende las fronteras del país europeo.
La Unesco reconoció además la gran diversidad regional del país. El catálogo italiano abarca desde los risotti en el norte o el prosciutto de Emilia Romagna, hasta las carnes y las pastas rellenas como los tortellini, conformando un mosaico culinario heterogéneo.
La cocina italiana es mucho más que pizza, pasta y helado. La primera ministra Giorgia Meloni celebró el reconocimiento que, según ella, «honra nuestra identidad».
El valor cultural de la cocina italiana
La decisión destaca que para los italianos, cocinar es una actividad comunitaria que prioriza la intimidad con la comida, el respeto por los ingredientes y los momentos compartidos en torno a la mesa.
La cocina italiana fomenta la inclusión social, promueve el bienestar y ofrece un canal para el aprendizaje intergeneracional a lo largo de la vida, fortaleciendo vínculos, fomentando el intercambio y fomentando el sentido de pertenencia.
Un legado culinario que trasciende generaciones
Esta práctica se basa en recetas que no generan desperdicio y en la transmisión de sabores, habilidades y recuerdos entre generaciones.
Como práctica multigeneracional, con roles perfectamente intercambiables, la cocina desempeña un papel inclusivo, permitiendo a todos disfrutar de una experiencia de intercambio individual, colectiva y continua, superando todas las barreras interculturales e intergeneracionales.
Reconocimiento internacional y orgullo nacional
Con la inscripción de la cocina italiana como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, Italia ostenta el récord mundial de reconocimiento en el sector agroalimentario en proporción al número total de reconocimientos obtenidos.
De las 21 tradiciones inscritas en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial, nueve están relacionadas con la agricultura y la alimentación. Además de la cocina italiana, figuran el arte de la pizza napolitana y la dieta mediterránea, entre otras.
En resumen, la cocina italiana ha sido reconocida por la Unesco como un patrimonio cultural inmaterial que va más allá de la comida. Es un símbolo de identidad, inclusión social y transmisión intergeneracional de tradiciones culinarias, que enriquece la oferta cultural de Italia y la proyecta en todo el mundo.
