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le dieron 15 años de prisión /Titulares de Policiales

Dicen que en su momento de gloria, hace más de una década, José Miguel Farfán (60) fue la droga más importante del noroeste argentino. Hizo tanto dinero trayendo cocaína boliviana a Argentina en avionetas que tenía suficiente dinero para sobornar a cualquiera.

Con dinero logró escapar de diversas causas en su contra y huir a Bolivia, donde vivía en el lujo, en Santa Cruz de la Sierra. Allí formó una nueva familia, que conducía en una impresionante camioneta Hummer amarilla. Perfil bajo cero. Para obtener información sobre su paradero, el Estado argentino incluso ofreció una recompensa de medio millón de pesos.

Farfán finalmente cayó en febrero de 2019. Con gran pesar fue expulsado a Argentina y alojado en el penal de Güemes en Salta, donde compartió encierro con el ex juez federal de Orán Raúl Reynoso, condenado -entre otros hechos- por nombrarlo a beneficio de él en un caso de drogas. No fue el único magistrado que se rindió a sus encantos.

Precisamente por su poder corruptor y los rumores de que podría haber un plan de fuga, las autoridades decidieron trasladarlo al Complejo Penitenciario Federal I, en Ezeiza. Desde allí, en zoom, presenció el juicio oral en su contra, con algunas dificultades.

El veredicto debía ser emitido el miércoles pasado, tras las acusaciones de su abogado defensor. Pero la conexión a Internet cayó en prisión y hubo una forma de restaurarla. Por eso finalmente se leyó el veredicto el viernes.

Los Jueces del Tribunal Oral del Juzgado Federal No. 2 de Salta, Abel Fleming Gabriela Catalano y Domingo Batule, lo condenaron a 15 años de prisión por el delito de “Transporte de drogas agravado por el número de participantes”.

Para él, el abogado Carlos Amad había pedido 18 años de prisión. En este mismo caso, centrado en el decomiso de 411.615 kilos de cocaína El 12 de septiembre de 2013 en Santiago del Estero ya fueron juzgados otros tres coautores, en dos casos sucesivos.

La droga había salido de la ciudad de Apolinario Saravia, en Salta, empacada en una camioneta Toyota Hilux. Finalmente, se interrumpió su paso en el kilómetro 680 de la Carretera Nacional 34, en la Autopista Fernández, ya en Santiago del Estero.

Un narco con historia

El tribunal federal de Salta emitió la primera orden de aprehensión contra Farfán en 2004, luego de que este no compareciera en la prisión de la que salía temporalmente. Cumplía una condena de cinco años en un caso de tráfico de drogas.

Farfán volvió a caer el 16 de mayo de 2008. Fue detenido por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) de Tucumán. Sin embargo, en una decisión muy irregular, se publicó en 2010.

La libertad ha dado El juez José «Toto» Solá Torino, quien a fines de 2016 fue condenado por cobrar sobornos al narcotraficante. El juez fue condenado a 6 años, pero apeló y, por lo tanto, logró permanecer en libertad.

Cuando en noviembre pasado la Corte Suprema de Justicia de la Nación falló en su contra y confirmó la sentencia, Solá Torino tomó un arma que estaba en su casa y se suicidó cuando los agentes de la PSA lo iban a arrestar.

Una serie de escuchas telefónicas realizadas en el caso revelaron que Solá Torino incluso le pidió que 50 mil pesos y un auto para desbloquear la orden de aprehensión de Farfán, que pretendía viajar a España con una gran cantidad de cocaína.

En septiembre de 2013, Gendarmería se incautó de 411 kilos de cocaína. El caso estuvo a cargo del entonces juez federal de Orán, Raúl Reynoso.

Cuando Farfán fue arrestado en un puesto de control en 2014, se consultó al tribunal de Reynoso sobre qué hacer y desde allí se ordenó su liberación inmediata.

“Reynoso iba a mi casa. Vi mucho dinero en mi casa, dólares, el mismo día que Reynoso iba a mi casa. Puedo decir que Farfán dejó dinero en casa y Reynoso vino a recogerlo al día siguiente ”., declaró en el juicio contra la ex juez de Orán Rosana Rivas Vázquez, esposa del abogado René Gómez, quien fue el nexo entre los narcotraficantes y el juez.

Fue gracias al pago de un soborno que en 2016 Farfán fue liberado en juicio que Solá Torino fue demandado por cobrar sobornos. Farfán asistió a dos audiencias, vio venir la mano y desapareció antes de que su situación empeorara y fuera condenado.

Con la fuga logró algo: al menos en ese caso de cohecho, el tribunal decretó que todo estaba prescrito. Terminó absuelto, aunque no con la última palabra, ya que el fiscal Amas apeló a Casación y, por ahora, el caso está abierto.

GL

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