Un cambio importante en la Iglesia Católica de Estados Unidos
Un hecho importante en el gobierno de la vida de la Iglesia y su orientación ocurrió este jueves por decisión del Papa, quien aceptó la renuncia del otrora todopoderoso arzobispo de Nueva York, el cardenal Timothy Dolan. Dolan fue un muy influyente líder del ala conservadora de la Iglesia en los últimos años. En su lugar, el Pontífice nombró al hasta ahora poco conocido obispo de Joliet, Illinois, Ronald Hicks.
El nuevo cardenal Hicks y su relación con el Papa
Hicks, de 58 años, es originario de Chicago, al igual que el nuevo Pontífice, y es amigo personal del Papa. El futuro cardenal creció en South Holland, Illinois, a poca distancia de la casa de Chicago donde creció Robert Prevost, el actual Papa León XIV.
El legado de Dolan y la llegada de Hicks
El cardenal Dolan fue un líder del ala conservadora de la Iglesia que ejerció su poder desde 2009. Fue una figura emblemática que envió libros a los cardenales de la periferia que votaron en los últimos cónclaves, apoyando una línea conservadora contraria, por ejemplo, a la del Papa argentino Francisco. Dolan había apoyado la elección de Francisco, pero luego se arrepintió al considerar que Jorge Bergoglio era un progresista que, además, supo enfrentarlo.
Un cambio significativo en la Iglesia de Estados Unidos
El nombramiento del obispo Ronald Hicks es el más importante desde que León XIV fue elegido pontífice el pasado 21 de abril. Dolan se retira después de que se aprobara, la semana pasada, un plan para establecer un fondo de 300 millones de dólares destinado a compensar a las víctimas de abusos sexuales que habían demandado a la arquidiócesis de Nueva York.
El compromiso de Hicks con la enseñanza social católica
La salida del cardenal Dolan y el arribo de su sucesor, Ronald Hicks —amigo del Papa Prevost—, parece favorecer una nueva era en la Iglesia de Estados Unidos. El obispo Hicks está considerado de un estilo similar al de León XIV. Al igual que el actual Pontífice, que fue misionero y obispo en Perú durante más de veinte años, el obispo Hicks trabajó cinco años en El Salvador, donde dirigió un programa de orfanatos administrados por la Iglesia en América Latina.
El mes pasado, el obispo ahora promovido a arzobispo de Nueva York respaldó un mensaje especial de la Conferencia de Obispos de Estados Unidos que condenó las redadas de inmigrantes del gobierno del presidente Donald Trump, las cuales operaron particularmente en Chicago.
Un llamado a la solidaridad y la reforma migratoria
En un mensaje a los fieles, el obispo Hicks expresó su voluntad de afirmar la solidaridad con todos los hermanos y hermanas al expresar sus preocupaciones con claridad y convicción. Señaló que se apoya en el compromiso duradero de la Iglesia con la enseñanza social católica sobre la dignidad humana y hace un llamado a una reforma migratoria significativa.
Conclusion
El cambio en el liderazgo de la Iglesia Católica en Estados Unidos, con la renuncia del cardenal Dolan y el nombramiento del obispo Hicks, marca una nueva etapa en la orientación de la institución en el país. Hicks, con su compromiso con la enseñanza social católica y su llamado a la solidaridad y la reforma migratoria, representa un nuevo enfoque que busca seguir los pasos del Papa León XIV. Este cambio parece reflejar una mayor apertura y compromiso con los valores fundamentales de la Iglesia en la actualidad.
