El constructor naval holandés se retractó del plan para desmantelar un puente icónico de la ciudad en medio de la protesta pública por el hito de la ciudad, informan los medios locales.
Según los informes, una empresa holandesa que construye un superyate para el fundador de Amazon, Jeff Bezos, descartó sus planes de pedir a las autoridades de Róterdam que desmantelen un puente icónico de la ciudad para dar paso al barco, luego de la protesta pública.
Según el sitio de noticias local Trouw, Oceanco, una empresa a la que se le encargó sacar a flote el yate de 500 millones de euros (520 millones de dólares), se retractó de desmontar temporalmente el puente Koningshavenbrug, más conocido como «De Hef».
El barco de tres mástiles y 127 metros de largo (417 pies), que se convertirá en uno de los yates más grandes del mundo, es demasiado alto para pasar por debajo del puente, ya que De Hef tiene solo 40 metros ( 131 pies) de espacio libre. Para que la embarcación llegue al mar de manera segura, la sección central debe retirarse temporalmente.
Aunque, según los informes, Oceanco y Bezos acordaron cubrir todos los costos asociados con las obras, el plan para desarmar el puente provocó una feroz reacción, con miles de residentes locales, según los informes, amenazando con arrojar huevos podridos al yate si navega por la ciudad.
Según Trouw, Oceanco estaba tan conmocionado por el retroceso que archivó todos los planes. Además, según los informes, los empleados del astillero no identificados dijeron que se sentían amenazados, mientras que la empresa temía que pudieran sufrir actos de vandalismo. Por esa razón, las autoridades locales aparentemente no revelaron algunos documentos que detallan el plan para desmantelar la construcción histórica de Koningshavenbrug.
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No está claro qué pretende hacer Oceanco ahora que la opción de desmantelar el puente está fuera de la mesa. Al mismo tiempo, según el medio, la empresa podría optar por completar los trabajos en el buque en instalaciones más cercanas al mar.
La versión moderna del puente de 150 años que cruza el río Maas se inauguró en 1927. Sufrió graves daños por las bombas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial y se convirtió en una de las primeras estructuras de la ciudad en ser restaurada. En 1993 dejó de funcionar como puente ferroviario pero sigue siendo un monumento nacional.
Varios activistas locales han expresado su oposición al desmantelamiento del puente. En febrero, Ton Wesselink de la sociedad de historia local Historisch Genootschap Roterodamum dijo, según lo citado por la emisora Rijnmond: “Los trabajos son importantes, pero hay límites con lo que puede y debe hacer con nuestro patrimonio industrial”.
Fuente: NEWS.com
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