Argentina acumula desde hace tiempo los peores resultados en las principales disciplinas de la vida económica y social.
Una lista de los principales registros de la economía local:
1 – Inflación récord. En mayo, con otro índice cercano al 4%, el país fue nuevamente superado por el 19% de Venezuela el mes pasado; Advierten que, a pesar de la inflación reprimida, el índice estará más cerca del resultado de 2019 que de 2020.
2 – Registro de pobreza. Según datos de la UCA, el 45% de los argentinos son pobres pero ya hay otro 20% que está a punto de serlo.
3 – Registro de situaciones de incumplimiento con acreedores internacionales y locales.
4 – Registro de episodios recesivos. Argentina es uno de los peores índices en materia económica y de salud, según un estudio que compara la evolución de indicadores clave desde la aparición del Covid-19, hace más de un año. El estudio fue realizado por los economistas Marcos Ochoa y Maximiliano Albornoz del Centro de Estudios para el Cambio Estructural (CECE) y UNLZ-Economía y se denomina «Impacto económico y en salud en Argentina y el mundo».
5 – Registro en el Índice de Miseria. El país, con 95 puntos, volvió a integrar el Top10 del ranking mundial de Miseria, edición 2020, que lidera Venezuela y en el que comparte suerte con países afectados por gravísimas guerras y conflictos civiles.
6 – Registro de baja calidad institucional. Posición 112 de 189 países (75 en instituciones políticas y 137 en instituciones de mercado) en la medición de la Red Liberal de América Latina.
7 – Récord de mínima competitividad internacional. Por segundo año consecutivo, Argentina se ubicó en el penúltimo lugar del Ranking Mundial de Competitividad, que mide esta característica en 64 países del mundo. El país se ubicó en el puesto 63, solo superado en falta de competitividad por Venezuela. El Ranking de Competitividad Mundial ha sido elaborado desde 1989 por el IMD, un grupo de expertos con sede en Suiza.
8 – Cierre récord de la economía, es uno de los tratados de libre comercio menos firmados con el resto del mundo. Por citar solo un ejemplo, en 15 años el número de empresas exportadoras cayó un 40%.
9 – Registro de falta de transparencia de actos públicos. Un informe de la “International Budget Alliance” presentado en Estados Unidos consideró la información como “parcial”, el seguimiento y la transparencia como “mínimos” y la rendición de cuentas como “limitada”.
10 – Registro de altos funcionarios con casos judiciales de corrupción. Este año, Argentina cayó 12 lugares en el ranking mundial que mide la corrupción.
11 – Registro de impuestos en todos los niveles de gobierno: nacional, provincial y municipal. En total, son más de 165 homenajes.
12 – Registro de restricciones a la circulación de capitales. El país ha tenido un canje desde el fin del gobierno de Macri, con diferentes capítulos desde entonces.
13 – Registro de retenciones a las exportaciones. Junto con Kazajstán, la economía local es una de las que más retenciones aplica a sus exportaciones.
14 – Registro de pérdida de calidad educativa.
15 – Registro de muertes por covid en términos por habitante.
16 – Registro de ministros de Economía y ausencia de planes económicos en los últimos 100 años. En toda la historia hubo 105 ministros de finanzas, pero solo dos mandatos presidenciales terminados.
17 – Registro de firma de convenios con el Fondo Monetario Internacional y posterior incumplimiento.
18 – Expediente de juicios internacionales en el CIADI (Tribunal de Controversias del Banco Mundial).
19 – Registro de destrucción del mercado de capitales. El último capítulo del escenario es la rebaja a mercado independiente la semana pasada por parte de MSCI.
20 – Registro de cambios en los signos monetarios por ausencia de un Banco Central que cumpliera con el mandato constitutivo de honrar el valor del peso y generar las condiciones para el bienestar general.
La lista es claramente incompleta, pero basta con describir una historia de decadencia que se repite en ciclos de tiempo más cortos y que ni la dirección política, ni la sociedad en su conjunto, en particular los supuestos líderes empresariales, sindicalistas y financieros han preocupado y preocupado lo suficiente, en cantidad y calidad, como para cambiar ese rumbo.
Uno se fue adaptando paulatinamente a los tiempos por temores de perder su estatus, otros por la simple incapacidad de tener la humildad para «copiar» las hojas de ruta utilizadas por la mayoría de los países que atravesaron situaciones similares o peores a las de la Argentina para volver. -inscribirse entre los mejores del mundo, simplemente porque no están dispuestos a asumir el esfuerzo y esperar a atravesar inexorablemente caminos espinosos y pedregosos que habrá que pavimentar con costos transitorios y en ocasiones abrumadores, en algunos aspectos durante muchos años. , para llegar al destino deseado.
Lograr un clima educativo mínimo toma inicialmente entre 15 y 20 años en la era actual; ¿Cuánto tiempo más tardará en lograr un clima de bienestar económico y social basado en estructuras tan debilitadas, y con una población ahora agobiada no solo por deficiencias económicas básicas, que se sintetizan en casi la mitad en un estado de pobreza, y con solo un 10% o un 15% con espaldas suficientes para poder avanzar hacia el duro y largo camino del progreso para todos, pero por el agotamiento físico y mental que generó la crisis de salud, y que aún, en estos lares, no ofrece una perspectiva concreta de dominio rápido.
Solo con políticas de consenso entre el liderazgo político, primero, y la empresa y el sindicato, después, será posible aspirar a volver a las fuentes de la política económica que honren las enseñanzas de la ciencia y los planes consistentes a corto, mediano y largo plazo. . y un sistema judicial ágil que penaliza a los detractores de la sociedad, Argentina tarde o temprano podrá revertir la difícil situación de caer en el limbo y regresar al terreno de la prosperidad que disfrutaba hace poco más de un siglo.
Punto
Los recursos naturales y humanos abundan. Lo único que falta, como sostenía el siempre recordado economista Tomás Bultat: «ponerlos en valor para que se conviertan en riqueza» y para eso es fundamental tener una hoja de ruta conocida y conductores no tentados a tomar atajos que solo conduzcan a las carreteras. de intriga y un final seguro de difícil regreso.
Un primer paso, coincidiendo con la elaboración de los lineamientos macroeconómicos y sociales para el diseño del Presupuesto 2022, es llegar a un consenso con las comisiones legislativas sobre una propuesta clara y contundente para honestar todas las variables: tasas, tipo de cambio, salarios, impuestos y gasto del sector público, junto con un ambicioso plan de reformas estructurales: laboral, tributaria, aduanera y de apertura al mundo financiero y comercial, consistente con un plan de estabilización de precios e incentivos a la inversión productiva para agrandar la industria nacional y generar empleo de calidad.
El resultado de estos cambios está asegurado, hay bastantes ejemplos en la región y en todos los continentes. De su consistencia dependerá que el mundo vuelva a elegir a Argentina para verter sus capitales y acelerar el proceso de desarrollo y crecimiento sostenible que la aleja de un pasado de largo declive económico y social.
* Para www.infobae.com
Fuente: diariocordoba.com.ar