San Lorenzo es desorbitado. Desequilibrado. Desalojado. Y no sabe cómo volver a entrar en órbita o, al menos, comenzar a enderezar su marcha descendente. Cada vez hay más abajo para el equipo que lideran temporalmente Diego Monarriz y José Di Leo. El agujero negro se hace cada vez más profundo bajo tus pies y no tienes dónde agarrarte para evitar seguir cayendo a quién sabe dónde. los Ciclón está pasando a través de una de sus peores campañas con el sistema de tres puntos. Y esta fecha 22 de la Liga de Fútbol Profesional puede acabar en ultimo lugar con tres días restantes si el Arsenal iguala o vence a Unión este jueves. Las estadísticas son asombrosas.
Mire donde lo mire, el campeonato de boxeo de Boedo es muy malo. Apenas sacó 20 puntos en 22 partidos, producto de cinco victorias, cinco empates y doce derrotas. Nadie perdió más que San Lorenzo en lo que va del torneo local. Cayó en siete de los últimos ocho encuentros (venció a Godoy Cruz en la fecha 19) y como visitante ya acumula diez sin victorias (ocho derrotas). Fuera de casa ganó solo en La Bombonera (2-0) ante un juvenil de Boca.
Diego Monarriz se hizo cargo temporalmente, pero tampoco logró levantar a este San Lorenzo. Foto: German Garccia Adrasti
Los culpables, hablando estrictamente de fútbol, porque los problemas de fondo son puramente institucionales y estructurales y se han prolongado durante varios años, son muchos. Uno de ellos es de baja potencia de fuego: es el tercer equipo con menor puntuación con 18 puntos; solo Arsenal (11) y Banfield (16) convirtieron menos.
El cambio de fase, a su vez, se basa en la cuestión psíquica. Los azulgranas caen al primer paso en falso y les cuesta o, mejor dicho, Les es imposible superar resultados adversos, algo que no hacían desde marzo de 2020, cuando en el último compromiso antes de la cuarentena dieron vuelta en duelo con Patronato en Paraná. Además, es el equipo con más expulsiones, con nueve tarjetas rojas hasta el momento, tres de los cuales le fueron mostrados en Mar del Plata.
«Si no se consiguen los resultados, el estado de ánimo influye mucho porque te das cuenta de que no puedes salir del pozo. Estamos en un momento crítico y tenemos que poner la cabeza y seguir adelante por el prestigio que tiene esta camiseta». «, resumió todo. Monarriz tras perder ante Aldosivi el martes.
Por el rabillo del ojo, en Boedo empiezan a pisar la mesa que nadie quiere ver y del que muchos han olvidado en los últimos tiempos: el de las medias. San Lorenzo Comenzó el semestre en 6 ° lugar de la misma, pero ya es 13 °. Este año no hay descensos, en 2022 caerán dos y en 2023 serían cuatro los que perderían la categoría.
Una imagen que se repitió demasiado en este campeonato: los jugadores de San Lorenzo con la cabeza gacha. Foto MARCELO CARROLL
Y al igual que el Ciclón Bajó la mesa, lo mismo pasó con sus objetivos. Los líderes y el gerente, Mauro Cetto, se habían propuesto entrar en la próxima Copa Libertadores. Sin embargo, la plantilla sufrió pérdidas de peso (los Romeros, Juan Ramírez, entre otros) debido a la premisa de reducir el presupuesto por la difícil situación económica del club y que afectó mucho más al juego.
Luego se bajó el listón y se impuso para intentar clasificar a la Copa Sudamericana, de la que también está muy lejos, ocho unidades del último lugar con nueve por jugar y muchos equipos en el medio.
Ahora ahogado por su problemas en todos los frentes, San Lorenzo intentará hacer todo lo posible para no terminar en último lugar por primera vez en su historia, aunque las cifras son inamovibles y nada puede compensar esta campaña olvidable.
Fuente: Clarin.com