El terreno reconquistado a los rusos a costa de un gran número de bajas propias ha hecho que el avance de las tropas ucranianas que participan en la contraofensiva lanzada por Kiev el pasado mes de junio sea muy insignificante por el momento, según algunos expertos.
“Ciertos cálculos indican que, juntos, los ucranianos han recuperado hasta ahora entre 200 y 300 kilómetros cuadrados, lo que hace que su progreso sea anecdótico. Además, no sabemos hasta dónde podrán llegar”, afirma el teniente general de reserva del ejército Francisco Gan Pampols. La ciudad de Madrid tiene 604 kilómetros cuadrados.
“La ofensiva no avanza y, además, se están aplastando hombres y materiales”, comenta el catedrático de Derecho de la Universidad de La Laguna y experto en teoría del conflicto, Luis V. Pérez Gil.
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A este análisis desfavorable de las intenciones ucranianas se suma el hecho, como recuerda el teniente general, de que dentro de poco más de 20 o 30 días comenzará la temporada de lluvias, lo que complicará mucho el movimiento de las unidades. “El tramo primero se embarrará y luego se congelará. Lo hemos visto antes”, comenta a la vanguardia Este soldado experimentado en operaciones internacionales.


Un médico atiende a un combatiente en el frente de Bakhmut
El estado actual de la guerra parece haber entrado en un terreno de incertidumbre en el que el progreso ucraniano es muy lento y las bajas son mayores. “Quien avanza siempre sufre más bajas”, recuerda el general Gan. Los rusos resisten en la mayor parte del extenso frente e incluso refuerzan y fortifican sus líneas, aunque también con un alto coste humano, pero cediendo poco terreno.
“En estos momentos los combates más intensos se están produciendo en la zona de Zaporizhia. Aquí es donde los ucranianos logran los mayores avances”, afirma Gan. A pesar de las informaciones procedentes del alto mando en Kiev, que parecen más optimistas de lo que indican los mapas, las unidades de reconquista se encontrarían entre la primera línea avanzada rusa y la primera línea de fortificación (puede haber una segunda e incluso una tercera). ).
“Es lo que se conoce como la zona de la muerte y donde los campos minados rusos son muy profundos, como ha demostrado el alto nivel de destrucción de vehículos”, explica el profesor lagunero.


Víctimas retiradas tras ataque ruso este mes
Como el campo de la comunicación sigue siendo uno de los teatros más activos de esta guerra, es atrevido dar cifras que ninguno de los bandos ofrece de forma fiable. Pero el general Gan proporciona algunas estimaciones que mostrarían más o menos el mismo número de víctimas en ambos bandos. Entre 50.000 y 60.000 muertos y unos 200.000 heridos entre las fuerzas de Moscú y Kiev.
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Mientras Ucrania ha perfeccionado lo que Gan llama ataques en profundidad con artillería y drones contra objetivos como puertos y otros objetivos de alto perfil como buques de guerra, los rusos están llevando a cabo maniobras avanzadas, castigando duramente la zona de Kharkiv.
“Es cierto que los ucranianos han logrado algunos éxitos tácticos, pero en mi opinión ninguna de esas acciones cambia el curso de la guerra. Algunos ataques parecen incluso medidas desesperadas”, afirma Pérez Gil.
El lento avance de lo que ya parece una larga contraofensiva y la conducción de las operaciones por parte de Ucrania han suscitado críticas entre algunos militares estadounidenses de alto rango, que el general Gan entiende que han salido a la luz. “Los críticos de Estados Unidos se quejan de que no se han concentrado los esfuerzos y que esa dispersión disemina el poder, dificulta los objetivos operativos y genera una mayor exposición de las bajas”, comenta este experimentado militar español.
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La larga guerra, como ya se ha señalado, devolverá a los combatientes al invierno y con ello se espera que se intensifiquen los ataques rusos con artillería de largo alcance y misiles contra las ciudades ucranianas -algo que ya está ocurriendo ocasionalmente- y con ello los ucranianos. Las defensas antiaéreas volverán a ser clave. El plan es que las fuerzas dependientes de Kiev consigan capacidades renovadas en esta zona con material procedente de Occidente.
El general Gan comenta que los cazas F-16 prometidos no estarán operativos al servicio de los ucranianos hasta el verano del próximo año. De antemano, se supone que llegarán 30 vehículos blindados Abrams con municiones de uranio empobrecido, además de misiles Atacms, capaces de ser armados con submuniciones, es decir, bombas de racimo.
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El profesor Pérez Gil cree que estos esfuerzos pueden resultar insuficientes para Ucrania. “En mi opinión, Rusia está cumpliendo sus hitos estratégicos, como la integración y el mantenimiento de los territorios de habla rusa, de los que sólo faltan unos pocos. Se han preparado para una guerra larga y, en mi opinión, los ucranianos están luchando donde los rusos querían”, explica Pérez Gil.
“No lo olvidemos, el objetivo final de Rusia es destruir completamente las fuerzas armadas de Ucrania”, dice el profesor.