Los movimientos sociales albertistas, con el Movimiento Evita a la cabeza, formarán un partido político para competir en las elecciones de las PASO de 2023. El principal objetivo es armar listas paralelas a los alcaldes del conurbano bonaerense, pero también de otras provincias. . De ser necesario, presentarán un candidato a nivel nacional para jugar internamente con una candidatura presidencial.
La intención de dar el salto político -aunque los líderes sociales hacen política- surge del duro comunicado que ayer emitió el Movimiento Evita -titulado “La única verdad es la realidad”- en respuesta a las declaraciones de Cristina Kirchner.
En el último párrafo, los líderes sociales precisaron: “Desde el Movimiento Evita creemos que el peronismo debe ser la estrategia política de los trabajadores del presente. Ese trabajo es el asalariado público y privado, es el cuentapropista, es la economía popular, etc. Negando la realidad del trabajo en el presente, nos negamos la posibilidad de construir un futuro para todos. Bienvenidos al debate del Frente de Todos, porque lo único que nos debe preocupar es cómo construimos un proyecto de país con justicia social. Sin la economía popular eso es totalmente imposible”. Y avanzó: “Por eso vamos a convocar a todos los movimientos populares a construir un espacio político, social y cultural que discuta el modelo de país para enfrentar la concentración económica y superar los problemas estructurales que tiene la Argentina”.
En ese comunicado, la dirección del organismo, integrada por los funcionarios Emilio Pérsico y Fernando «Chino» Navarro, entre otros, apuntó en contra de las declaraciones de CFK: «Lamentamos que parte de la dirección política no sea capaz de entender la realidad del trabajo en El Siglo 21. Es más fácil luchar con los que lo expresamos, que escuchar y reflexionar sobre cómo solucionar los problemas de los que están peor”.
El contundente texto lleva la firma, además de Pérsico y Navarro, de Gildo Onorato, el secretario sindical de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), Mariel Fernández, la alcaldesa de Moreno (quien se ubicaba en primera fila mientras CFK maltrató al movimiento del que ella misma forma parte); la diputada provincial Patricia «Colo» Cubría; el diputado nacional Leonardo Grosso y Juan Manuel Abal Medina, exjefe de gabinete de Cristina de Kirchner entre el 10 de diciembre de 2011 y el 20 de noviembre de 2013.
Infobae consultó a cuatro líderes de Evita. Cada uno de ellos reforzó el contenido del comunicado y precisó que en 2023 participarán “en las elecciones de las PASO como lo permite la ley electoral, ni más ni menos que eso”. Uno de los líderes sociales recordó que el sábado pasado, en una entrevista con el diario Página/12, Alberto Fernández “habló sobre la necesidad de dar un gran PASO en 2023, en el que se viera como uno de los posibles candidatos”. De no ser así, el Movimiento Evita estaría dispuesto, desde ese espacio político, a competir internamente “contra cualquier candidata kirchnerista, incluso contra Cristina, si decide postularse”.
El Evita ya está recorriendo varios distritos de la provincia de Buenos Aires para competir por intendencias y concejos deliberantes. La conformación de un partido político dentro del Frente de Todos para competir en las futuras -y aún lejanas- elecciones de las PASO impediría, como sucedió el año pasado, que la Junta Electoral bonaerense «rebaje» las papeletas cortas que Evita, junto a Somos Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa (CCC), se habían armado en barrios como La Matanza, Navarro y Lanús, entre otros.
Esta decisión generó malestar entre las organizaciones sociales que ya cuentan en sus filas con la alcaldesa Mariel Fernández, socia de Esteban “Gringo” Castro, secretario general de la UTEP, organización considerada como el gremio de los trabajadores de la economía popular.
El Movimiento Evita ya militó en varios distritos para derrocar, o forzar, a los alcaldes locales y presentar batalla a los demás espacios políticos opositores y al propio PJ. Por ejemplo, Agustín Valladares aparece en Lanús, Daniel Yusé en Navarro, el diputado Leonardo Grosso en San Martín y el diputado Cubría (también socio de Emilio Pérsico) en La Matanza.
El movimiento más fuerte se está dando en este distrito. Las paredes de la Intendencia están empapeladas con la figura de la líder Evita que el año pasado armó una terna que, por presiones del cacique local, Fernando Espinoza, fue «rebajada» junto a otras 69 por la Junta Electoral de la provincia PJ.
Los barones suburbanos aseguran que, al menos por ahora, estas estructuras «no tienen peso» para opacar a líderes como Espinoza, actual presidente de la poderosa Federación Argentina de Municipios (FAM), Mario Ishii, el capo de José C. Paz, o Andrés Watson, de Florencio Varela. Pero existe incertidumbre sobre lo que podría pasar si movimientos sociales como Evita, Somos Barrios de Pie, el Frente Darío Santillán, entre otros, se unen en una estructura política.
¿Se puede transformar en votos la fuerza de movilización que tienen y el despliegue territorial que ganaron durante años de militancia? Desde la Evita aseguran que sí y ponen como ejemplo al intendente de Moreno, quien desde ese espacio derrocó, en las PASO de 2019, al intendente del PJ Walter Festa.
También es cierto, como recuerdan desde el propio PJ bonaerense, que espacios kirchneristas apoyaron su candidatura y que el líder de La Cámpora, el diputado nacional Máximo Kirchner, la acompañó en algunas giras por el municipio. Hoy la historia es otra y Evita compite en el territorio por espacios de poder con el grupo comandado por el hijo del expresidente Néstor Kirchner.
Más allá de la especulación, la construcción de un espacio político para la economía popular generará debate interno.
Juan Grabois, líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos, y fundador de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), en 2018 hizo lo propio junto a otros espacios políticos no tradicionales de izquierda: formó el Frente Patria Grande. , muy ligado al kirchnerismo, pero que ya tiene su propio bloque en la Cámara Baja integrado por tres diputados nacionales: Itai Hagman, Federico Fagioli y Natalia Zaracho, la primera diputada cartonera. En la Legislatura porteña también tienen una diputada: Ofelia Fernández, la legisladora más joven de la región.
“Desde hace un tiempo estamos evaluando formar un espacio político desde los movimientos populares. Es un tema que venía saliendo fuerte en todos los precongresos que el Movimiento Evita hacía en todas las provincias”, recuerda a este medio uno de los integrantes de la mesa directiva de esa organización. Y refuerza: “Los ataques de Cristina al presidente Fernández y los movimientos populares aceleraron los tiempos”.
* Para www.infobae.com
Fuente: diariocordoba.com.ar