A fines de enero, el presidente de 43 años se opuso a la tendencia europea y fue en contra de la recomendación de sus asesores científicos al decidir que Francia no entraría en un tercer bloqueo.
Durante un mes, la apuesta pareció haber valido la pena, ya que los nuevos casos se estabilizaron en alrededor de 20.000 por día en febrero, con Francia en un estado de semiabierta, bajo un toque de queda nocturno, pero con tiendas y escuelas abiertas.
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Pero con los casos diarios que se han duplicado a alrededor de 40,000 y los hospitales en puntos críticos de infección como París se desbordan, la marea parece haber cambiado en medio de las súplicas de los médicos por restricciones más estrictas.
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Fuente: www.thelocal.com
Esta nota fué publicada originalmente el día: 2021-03-31 16:45:56