La decisión de Carlos Tevez de dejar Boca Juniors también acabó con el último ídolo contemporáneo del club. El último capaz de ser campeón del mundo vestida de azul y amarillo. El que había tenido un gesto enorme, difícil de igualar, cuando decidió dejar la Juventus tras una Champions de lujo para volver a ponerse la camiseta del club en el Brandsen 805.
Con muchos altibajos futbolísticos, con una fisura en la relación con la afición por su marcha a China en 2016 esa vez marcado y que se convirtió en amor genuino la última vez que gritó campeón con público en la Bombonera, con su gol al frente de Gimnasia que le dio un regreso olímpico a su carrera de megacrack.
La salida del Apache, a los 37 años, tiene sus motivos. La mayoría de ellos fueron expuestos en la conferencia de prensa, pero otros se quedarán para el día a día interno. El que siempre lo tuvo al frente de una familia que el coronavirus arrancó de su padre como tantos otros en el país y en el planeta.
Los golpes emocionales al final de una carrera duelen más que los sufridos en el terreno de juego. Y a Tevez la partida de sus seres queridos, el dolor por la muerte de Diego Maradona en 2020 y ver tan de cerca el desenlace de su carrera. lo abrumaron.
Carlitos Tevez y Diego Maradona. La muerte del décimo golpeó duramente al Apache. Foto EFE / Juan Ignacio Roncoroni
En el campo de juego hay poco que reprocharte en esta última vez. Tevez pasó de ser suplente de Guillermo Barros Schelotto y Gustavo Alfaro (con quejas incluidas) a jugar todos los partidos como titular con Miguel Ángel Russo, quien Charlie Brown Le agradeció cada vez que pudo por haberle devuelto el deseo y el hambre.
¿El objetivo deportivo? También fue servido, con la Copa Libertadores por delante y confirmados los octavos de final con River por la Copa Argentina. Y el contrato firmado sin objeciones hasta diciembre, porque Boca no pretendía interrumpirlo en junio.
La decisión de dejar el club ahora suena extraño, incluso después de vivir un año con un nuevo CD en el que el cortocircuito diario con miembros del Consejo de Fútbol tuvo su punto más alto en las declaraciones de Jorge Bermúdez y Raúl Cascini, cuando hablaron de su figura de «exjugador» y lo lastiman innecesariamente.
Pero incluso ese rubro se había diluido en el último tiempo, con agradecimiento del propio Tevez desde sus redes oficiales y entrevistas en las que puso a Jorge Ameal, Riquelme y la gente del Consejo de Fútbol. entre los que lo habían ayudado y comprendido en la situación personal y familiar.
Incluso hubo disculpas internas y públicas por esa situación hace un año en la que solo algo no cambió: Tevez siempre jugaba. En triunfo y derrota. Como figura o como parte del problema. Hasta ser el anotador del ciclo de Miguel Russo, con 14 goles.
La 94 goles en 279 partidos en Boca lo colocan en una élite: la de los máximos goleadores del club. También alcanzó el podio de los que más goles anotaron con la celeste y la amarilla en la Copa Libertadores, ese trofeo que desde su regreso en 2015 ha perseguido con obsesión pero que se le escapó en distintas instancias y con mayor o menor participación.
Las vitrinas de la apache todavía están llenos: ganó 11 títulos en el club, entre ellos una Copa Intercontinental, una Libertadores y una Sudamericana. Sus orígenes humildes, su pasión y amor por Boca, también lo transformaron en un ídolo para muchos en el campo de juego y un embajador azul y dorado en todo el mundo con vueltas olímpicas en Brasil, Inglaterra e Italia.
El ruido político también se ha agitado desde su regreso a Boca hace seis años de la mano de Daniel Angelici. A partir de ahí, sus empates en las elecciones también le pasaron. una factura difícil de llevar adelante y que se ha profundizado en los últimos tiempos entre juicios y dilemas fiscales.
Fuera de la cancha Tevez también fue absorbido por el crack. Y un detalle: poder ser parte de las elecciones de Boca en 2023 debe dejar el club ahora, porque el estatuto contempla que no podrán participar quienes hayan trabajado durante los dos últimos años. Otra especulación para el futuro.
Carlitos Tevez y la Copa Intercontinental, un lujo que ningún club argentino volvió a dar: ser campeón del mundo. Foto AFP
Las amenazas de la jubilación eran una constante desde que vino al club también. En 2016, tras perder ante Independiente del Valle en la Copa, Tevez pidió una licencia que le hizo replantearse. Luego anunció que a finales de año podría dejar el fútbol, pero emigró a China. Una vez en Asia, cuando su regreso al club era cada vez más complejo, fue contundente: «Si no vuelvo a Boca, me retiro».
En 2019, confesó Charlie Brown, pensé en dejar los botines por su poca participación. Y 2020 lo encontró con dudas en medio de una pandemia sobre si continuar o no. De ese chaval de Fuerte Apache que decía que iba a colgar las botas, un jovencito, a este de 37 años, pasó un mundo. Y títulos. Muchos de esos.
Fuente: Clarin.com