Una batería de propuestas entre las que se incluye comunicarse con «audacia«, «imaginacióny haciéndose cargo de «las inquietudes del pueblo»además de tener en cuenta los miedos de las madres con hijos adolescentes, resume la postura del académico español Esther Solano cuando se le preguntó cómo enfrentarse en las urnas a «la extrema derecha en su versión libertaria».
Nacido en 1983 en Guadalajara (a 60 kilómetros de la capital de España) pero residente desde hace años en Brasil, Solano trabajó en la campaña de Luiz Inácio Lula Da Silva en la elección que se definió en segunda vuelta con una estrecha victoria sobre el entonces presidente. , el ex capitán del ejército Jair Bolsonaro.
En conversación telefónica con Titulares de Política, la politóloga confió que desde Sao Paulo sigue con «mucha atención, preocupación e interés» el proceso electoral argentino, y vinculó a Javier Milei -primero en las PASO por apenas 1,8 por ciento- con el fenómeno mundial de los ‘forasteros’ que irrumpió en el sistema político desde «una situación de ira (sic), frustración y resentimiento».
“La gente no quiere que el Estado se destruya, ni quiere que sea mínimo, quiere que sea más eficaz, eficiente, con servicios de calidad”
Al referirse a la fórmula presidencial de La Libertad Avanza (LLA), aconsejó poner la lupa en los roles complementarios que asignó a Milei y Victoria Villarruel, ya que mientras la primera encarna el arquetipo del economista ultraliberal con «una agenda inmensamente privatizadora de las estrategias de los sectores del Estado», su candidato a vicepresidente promueve «una estrategia sutil» que «aburre los consensos de la democracia, como la memoria y la justicia».
«Debemos estar muy atentos a los procesos que pasan desapercibidos. Cuando nos quedamos en las anécdotas más estridentes, pasan por nuestros ojos las estrategias discursivas de las guerras culturales, mucho más poderosas que el negacionismo»analizó el Doctorado en Ciencias Sociales de la Universidad Complutense de Madrid.
Según Solano, el abogado Villarruel, al que define como un «personaje poderoso en términos comunicativos», evita negar rotundamente los crímenes de lesa humanidad de la dictadura al tiempo que despliega una narrativa que acusa a las organizaciones de derechos humanos de «manipular la memoria del tema en beneficio propio». «.
«Busca ubicarlos como si fueran una casta», advirtió el analista.
«Esta estrategia es muy preocupante porque cuando la gente está en una situación de ira, que es lo que pasa ahora en Argentina, con frustración y resentimiento, es muy fácil apuntar a chivos expiatorios y a ciertas ‘castas’, castas que no sólo son políticas sino también intelectuales, medios de comunicación y, siempre entre comillas, también derechos humanos»él advirtió.
Según el análisis de Solano, la ultraderecha en su versión argentina postula para la Presidencia a un promotor de la «lógica privatista del Estado mínimo» pero acompañado en un papel importante por una abogada de 48 años -hija del cara pintada- Eduardo Villarruel y nieta de un alto miembro de la Armada – quien cuenta con el respaldo de miembros retirados de las fuerzas armadas y de seguridad.
Esta distribución de roles tiene un eco con lo ocurrido en 2018 en Brasil, aunque invirtiendo los términos: en el bolsonarismo, recordó Solano, «los mismos Bolsonaro Representó al estamento militar, porque había sido diputado durante 26 años y lo votaron para los militares», pero para llegar al poder entendió que «tenía que rodearse de algún exponente del discurso liberal, elitista, y así encontró (a su Primer Ministro de Economía) paulo guedes«.
«Guedes era un ‘Chicago boy’ (seguidor de las ideas de Milton Friedman en la Universidad de Chicago, NdR), un tipo que básicamente apunta a los mismos ideales que Milei», afirmó la investigadora, y a modo de decálogo repitió la premisa. que «El Estado no funciona porque es corrupto, ineficaz y hay que minimizarlo al extremo».
“Cuando nos quedamos en las anécdotas más estridentes, pasan ante nuestros ojos las estrategias discursivas de las guerras culturales, mucho más poderosas que el negacionismo”
Sin embargo, al final del mandato de Bolsonaro (que duró desde el 1 de enero de 2019 hasta el mismo día de 2023), «el discurso liberal que prometió Guedes se quedó ahí y no logró materializar ninguna propuesta efectiva», ponderó Solano, aunque «hubo también se implementó una privatización (la empresa eléctrica Electrobras) y el techo de gasto estatal.»
«Bolsonaro no llevó a cabo una agenda tan brutal»estimó de todos modos, y afirmó que el ex presidente brasileño, a pesar de iniciar su gobierno «con retórica liberal», al final «termina teniendo muchos planes de emergencia (con medidas sociales), que apuntaban a las clases populares con la intención de ganar esos votos». .
Esta distancia entre el discurso de campaña y las medidas efectivamente implementadas por Bolsonaro, observó Solano, se debe a que «La lógica privatista del Estado mínimo no tiene consenso en Brasil, como tampoco lo hay hoy en Argentina».
“La gente no quiere que el Estado se destruya, ni quiere que sea mínimo, quiere que sea más eficaz, eficiente, con servicios de calidad”arriesgado.
Y añadió que como «no hay consenso social sobre el Estado mínimo» esta situación implica «una oportunidad para deconstruir ese poder de Milei», algo que deben tener en cuenta quienes competirán con él en las encuestas en menos de dos meses.
Miedos, preocupaciones y motivaciones, los puntos de contacto entre Milei y Bolsonaro
La politóloga española residente en Brasil Esther Solano afirmó que el Partido de los Trabajadores de Brasil equivocado al competir con Jair Bolsonaro en las elecciones presidenciales de 2018 ya que, en esa ocasión, Apeló al miedo ante un potencial triunfo de la extrema derecha desde valores abstractos o ideológicos («fascismo», «antidemocracia», «golpe de estado»), cuando en tal escenario, dijo, los temores pasan por cuestiones concretas y cotidianas.
Al mencionar el día a día, el politólogo se refirió específicamente a las preocupaciones básicas de cualquier individuo como la situación de su familia o entorno más cercano, la salud, la continuidad laboral o de jubilación, y el acceso a la universidad de sus hijos. .
Estas prioridades pueden entrar en una zona de incertidumbre en determinadas coyunturas políticas, y esto es lo que ocurrió en Brasil en las elecciones presidenciales de 2018 y 2022, cuando el entonces presidente Bolsonaro perdió la segunda vuelta contra Luiz Inácio Lula Da Silva.
Estos acontecimientos, que Solano vivió como ciudadana pero a la vez analizó desde su especialidad en estudios cualitativos de opinión pública, fueron claves en sus libros, como «La paradoja de Bolsonaro» y «El odio como política. La reinvención de los derechos en Brasil», en el que escribió y también coordinó la contribución de otros autores.
A partir de su trabajo y de encuestas de opinión pública, la politóloga destacó que ‘outsiders’ de extrema derecha como Javier Milei y Bolsonaro «No son impenetrables, tienen contradicciones y elementos de disputa», lo que implica que hay «lugares por donde romperlas».
Como ejemplo mencionó que la premisa del Estado mínimo promovida por el libertario no tiene un «consenso social» mayoritariolo que para Argentina podría sonar paradójico dado el resultado electoral obtenido por el economista que trabajó durante años bajo el ala de Eduardo Eurnekian.
«Hay que detenerse un poco, reflexionar, comprender el fenómeno y hablar con quienes lo han estudiado. Es importante, porque estos fenómenos reorganizan totalmente el sistema político», evaluó Solano.
Por otro lado, señaló que no ve ninguna «encrucijada» en la que se haga un análisis de los cambios políticos que se gestan y al mismo tiempo se busque reconducir una campaña electoral, debate que circula al interior del peronismo. coalición Unión por la Patria.
A modo de conclusión, aludió al impacto que generan las cifras de Bolsonaro y el republicano Donald Trump en sus respectivos países y recomendado a los sectores del progresismo y del espacio nacional-popular de Argentina (así como a la derecha tradicional), estudiar lo que ellos y sus rivales políticos hicieron en los últimos años.
«Tienes algo muy importante y es que puedes acumular las experiencias de otros, como el brasileño y el estadounidense», remarcó.
En esta línea, y al profundizar en la situación electoral a falta de 48 días para los comicios del próximo 22 de octubre, el profesor de la Universidad Federal de San Pablo instó al «campo democrático» de Argentina a priorizar «la reflexión, la inteligencia y la unidad» a la hora de avanzar. en busca del voto.
En cuanto a cómo interactuar con los votantes de Milei o aquellos que dudan si votar por él o no, Aconsejó no dirigirse a estas personas desde el recurso «fácil» del «folclore» partidista ni a través de la «caricatura».
El politólogo, que se sitúa en el arco político y cultural de la «izquierda» entendida en sentido amplio, Llamó a centrarse en «las angustias del pueblo» a partir de sus experiencias cotidianas.
«Cuando la gente está en una situación de ira, que es lo que pasa ahora en Argentina, con frustración y resentimiento, es muy fácil apuntar a chivos expiatorios y a determinadas ‘castas'»
Asimismo, propuso acciones creativas y audaces porque, advirtió, «las pautas que han servido en otras campañas» no servirán en este contexto.
Con la autoridad de haber colaborado con la campaña con la que Lula afrontó la segunda vuelta del 30 de octubre de 2022, en la que el líder del PT ganó por 50,90% a 49,10%, Solano también compartió experiencias y consejos.
Tanto en la entrevista con Titulares de Política como en otro reportaje realizado por la publicación digital Seúl, la española destacó que -por su propia lógica de representación- el ‘outsider’ de derecha busca capitalizar los malos humores sociales con un discurso de confrontación. hacia las élites (las «castas» de las que habla Milei) suele ser un fenómeno predominantemente «masculino».
Esta condición se ve alimentada por las recientes transformaciones en el mundo del trabajo y la irrupción de plataformas digitales como Uber, «con cambios acelerados que vienen muy rápidamente», incluida la aparición de una masa de asalariados que trabajan por su cuenta, sin instancias. . colectivo, y que permanece al margen «de las estructuras clásicas (del sindicalismo), sin representación sindical ni política».
«Si aparecen los ‘outsiders’ es porque la gente se siente muy frustrada con el sistema político: frustrada y resentida porque no se les ha dado lo que han pedido»Solano continuó.
Posteriormente, ya en el nivel de recomendaciones, aconsejó cuestionar a segmentos del electorado que -por sus vivencias- sienten aprensión, rechazo o incluso miedo ante ciertas propuestas de la extrema derecha.
Con argumentos similares, la intelectual brasileña Sonia Fleury pudo contar que durante la campaña de Lula para la segunda vuelta se comprobó que las madres con hijos adolescentes estaban preocupadas por el futuro de estos jóvenes y que en los ‘focus groups’, al expresarse En confianza, respondió con disgusto a la apología del rearme individual y la libre portación de armas promovida por Bolsonaro.
Titular con información de Telam.
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