La movilización parcial anunciada por Vladimir Putin cambió todo. Así llegaron recientemente ciudadanos rusos a Estanbul huyendo de la llamada a las filas del presidente.
Pavoque ha mantenido conexiones aéreas con Rusia mientras que otros países bloquearon vuelos y no imponen restricciones de visa a los visitantes rusos, se ha convertido en un lugar popular para aquellos que viajan en busca de seguridad.
Este es el caso de la youtuber rusa Niki Proshin, de 28 años, que recientemente tuvo que marcharse en San Petersburgo:
“Las personas que apoyaron esta guerra han comenzado a decir que no entienden el por qué de este conflicto. En el pasado no querían ver lo que estaba pasando y seguramente ahora se han dado cuenta de que no quieren perder a sus amigos. , esposos, hermanos o ellos mismos en esta guerra inútil. Esta no es solo mi opinión personal, es lo que escucho en las redes rusas y grupos de telegramas».
Desde su llegada a Estambul, Maxim Bocharov, un fuerte retractor de Kremlinasistir a manifestaciones diarias frente al consulado ruso para mostrar su apoyo a Ucrania.
«Decidí dejar Rusia porque nunca lucharé contra el pueblo ucraniano. Me gustaría decir que todos estos meses de guerra he apoyado a Ucrania. Fui a las marchas de protesta en Moscú. No me quedé callado, hablé en Internet y habló en la vida real». Bocharov dice.
El activista afirma: «Incluso hice algunas donaciones al ejército ucraniano, pero esta movilización fue la gota que colmó el vaso para mí. Nunca iré a la guerra contra Ucrania. Quiero decirles a los ucranianos que no todos los rusos son zombis con el cerebro lavado». «.
Eva Rapoport es coordinadora de El Arca en Estambuluna organización dedicada a apoyar a quienes huyen de Rusia cuyo trabajo sigue creciendo.
Rapoport explica: «Obviamente, tenemos más trabajo que hacer y ahora hay más solicitudes. Estamos alquilando nuevos apartamentos para vivir juntos. Hemos alquilado uno nuevo en Estambul y también tenemos algunos voluntarios que ahora gestionan refugios temporales en dos ciudades diferentes en Kazajstán. E incluso estamos considerando abrir otro refugio en Serbia». «Nadie quiere quedarse y morir por Putin«, concluye el coordinador.
La huida de rusos a Finlandia, Georgia y ahora a Turquía son prueba de que, por el momento, el final de este éxodo aún está lejos
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