Moldavia se ha convertido en una víctima indirecta de la guerra en Ucrania. Esta semana, los bombardeos rusos sobre las infraestructuras energéticas ucranianas han provocado apagones masivos en gran parte del territorio moldavo.
Esto se debe a que los dos países aún están interconectados por antiguos sistemas energéticos de la era soviética, explica Mihai Tirsu, director del Instituto de Energía de la Universidad Técnica de Chisinau.
“Los flujos de energía van de Ucrania a Moldavia y de Moldavia a Ucrania, y cuando el flujo desaparece en un segmento, las otras líneas se sobrecargan. Cuando ocurren desconexiones masivas en varias estaciones, el sistema se desconecta porque entran en juego los mecanismos de protección. «dice Tirsu.
Moscú reduce a la mitad su suministro de gas natural a Moldavia
Estos apagones masivos han puesto de manifiesto los efectos devastadores que la guerra está teniendo en el país más pobre de Europa, sobre el que Rusia ejerce una enorme presión. El ejemplo más reciente ha sido la decisión de Moscú de reducir a la mitad el suministro de gas natural a esta antigua república soviética.
Los ciudadanos moldavos afrontan la situación con resignación.«Encendemos la calefacción solo por la noche y vemos la televisión en la oscuridad. Cuanto más hagamos esto, mejor para nuestro consumo de energía y nuestro bolsillo»dice un hombre.
La presidenta prooccidental de Moldavia, Maia Sandu, acusa a Moscú de ejercer un chantaje político para desviar al país de su camino hacia la Unión Europea, a la que solicitó su ingreso el pasado mes de junio. Por su parte, la UE ha prometido a Moldavia 250 millones de euros para hacer frente a la crisis energética.