El plato favorito de Ênio —arroz, frijoles, bistec y patatas fritas— ya entregaba la sencillez presente en su personalidad.
Nacido en Ribeirão Preto (313 km de São Paulo), fue el menor de diez hijos de una educadora con ama de casa. De los diez, solo dos han llegado a la edad adulta.
En aquel entonces, los padres que perdieron muchos hijos estaban educando en el hogar. Así, Ênio aprendió todo de su padre, quien le dio una buena educación, pero no escolaridad. Recién en la década de 1960 buscó una educación formal y continuó sus estudios hasta que se licenció en derecho.
Enio vivió en varias ciudades. En Araraquara (273 km de SP), trabajó en el DER (Departamento de Carreteras).
También fue agente de impuestos sobre la renta en el Departamento de Finanzas del Estado de São Paulo e inspector de impuestos en Ribeirão Preto, ciudad a la que regresó a principios de la década de 1970. Allí fue nombrado y se desempeñó como secretario municipal de Finanzas de 1983 a 1988. público vida, continuó como abogado fiscal hasta los 88 años.
En 1981 quedó viudo de Enedina Marques Teixeira Correia, con quien tuvo cuatro hijos —dos ya fallecidos— y en 1994 volvió a casarse.
“Fue un gran padre, cariñoso, amable, considerado, correcto y responsable. Hizo muchos amigos. En ambos matrimonios estuvo muy dedicado a su familia ”, dice el profesor Ciro Teixeira Correia, uno de sus hijos.
En el fútbol, el corazón se dividió en dos equipos: Ferroviária, de Araraquara, y Santos.
Ênio murió el 3 de julio, a los 94 años, debido a problemas de salud provocados por la vejez. Deja dos hijos, cuatro nietos y cuatro bisnietos.
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