La presidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU., Nancy Pelosi, viaja a Armenia en un momento en que la tensión con Azerbaiyán amenaza con una nueva guerra en el Cáucaso Sur.
Esta visita se traduce en un gesto de solidaridad con el país, que ha denunciado la incursión de tropas azerbaiyanas en su territorio y ataques a infraestructuras civiles, que ha dejado 200 casas dañadas y ha obligado a la evacuación de más de 7.000 personas de las zonas fronterizas.
En los enfrentamientos que estallaron entre las partes el 13 de septiembre, que Bakú atribuyó a una «provocación a gran escala» de Ereván, más de 210 militares de ambos lados.
Insatisfecho con la falta de apoyo
Cientos de manifestantes marchan por Ereván, quejándose de la falta de ayuda del Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC)la institución equivalente a la OTAN liderado por Rusia.
“Estamos muy descontentos con la CSTO, que no está ayudando a Armenia en absoluto, no está trabajando en interés de su país miembro y apoya el régimen del presidente Erdogan en Turquía y el régimen de Aliyev en Azerbaiyán. Por esto, considero que no no es necesario estar en esta organización y que debemos retirarnos inmediatamente de ella por el bien de los intereses del país, su soberanía y su seguridad nacional”, dice uno de los manifestantes.
Reunión con el Primer Ministro de Armenia
La presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos tiene una apretada agenda en su primera visita al país. A su llegada, la política fue recibida en el aeropuerto por el Presidente del Parlamento armenio, Alen Simonian.
A lo largo de estos días, Nancy Pelosi acudirá al monumento a las víctimas de la masacre de 1915 y se espera que sostenga un encuentro con la Primer Ministro Nikol Pashinyan.
La Portavoz de la Cámara de Representantes también ofrecerá una rueda de prensa y se desplazará hasta el Centro de Arte Cafesjian, donde intervendrá con un discurso.
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