Niña baleada en Navidad: avances en investigación

Habían pasado unos pocos minutos de la medianoche y para los más chicos Papa Noel acababa de llegar a dejar los regalos. La familia reunida en la casa para celebrar la Navidad decidió, como tantas otras, salir a la vereda a ver los fuegos artificiales. A., de 12 años, estaba junto a sus dos hermanos mayores y una decena de primos, y apenas dio unos pasos sintió un impacto en la cabeza: «Me quemo«, alcanzó a decir justo antes de caer al piso, herida de un disparo.

Todo indica que se trató de una bala perdida, algo que lamentablemente se repite en los festejos de fin de año, cuando en vez de utilizar pirotecnia, ciertas personas recurren a armas de fuego y tiran al aire.

El caso de A. ocurrió a las 0.05 de este jueves, en la calle Pedro Castelli al 300, a metros de la colectora del Acceso Oeste, a la altura de la localidad de Villa Sarmiento, partido de Morón.

La familia de la nena suele tener la costumbre de ir a ver los fuegos artificiales a un puente peatonal ubicado a pocos metros de la casa y que cruza el Acceso Oeste, pero esta vez ni siquiera llegaron hasta allí.

“´Me quemo, me pegó algo en la cabeza´, dijo y se cayó al piso”, relató a la prensa Ricardo, tío de Daniel, el padre de la víctima, y agregó: “Estaba mirando al cielo, como cualquiera. Salís a la calle a ver los fuegos artificiales y bueno, le pegó de costado.«

“Seguramente (la bala) vino de arriba, de frente no… fue una bala perdida”, indicó el hombre, que estimó que pudo haberse tratado de un proyectil calibre 22.

Según Ricardo la bala «quedó alojada en la nuca» y «como no salió no hubo mucha sangre», aunque la familia enseguida se dio cuenta de lo sucedido y por sus propios medios la llevaron hasta el Hospital San Juan de Dios de la vecina localidad de Ramos Mejía.

Desde allí, la víctima fue trasladada al Sanatorio Trinidad de dicho distrito, donde este jueves por la tarde continuaba internada en grave estado.

“Ahora está mejor. La parte motriz y esas cosas no tocó”. Está sedada y estable. Dios quiera pueda vivir», detalló Ricardo, mientras que sobrino Daniel y la esposa y madre de Angelina se hallaban en la clínica a la espera de la evolución del estado de salud.

Una fuente de la investigación explicó a Clarín que los médicos consideran «muy riesgoso» realizar una intervención quirúrgica para extraer el proyectil de la cabeza de la paciente.

Lo sucedido con la nena baleada esta Navidad es investigado por personal de la comisaría 5ta. de Villa Sarmiento y el personal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 del Departamento Judicial Morón, a cargo de los fiscales Valeria Courtade y Mario Ferrario.

De acuerdo a los voceros consultados, los peritos de Policía Científica hicieron un relevamiento del lugar del hecho y secuestraron vainas y proyectiles, aunque hasta el cierre de esta nota aun no se había determinado con precisión de qué calibre eran.

También estuvieron investigando si hay cámaras de seguridad que haya podido captar imágenes para reconstruir la posible trayectoria del disparo, y, además, si existen denuncias por tiroteos ocurridos en ese momento en los alrededores.

“Todo está en plena investigación”, describió una fuente del caso que estaba abocada a la recepción de testimonios de interés para el expediente.

A su vez, los fiscales ya solicitaron copia de las imágenes de la tomografía realizada por los médicos a la nena herida para tratar de precisar el calibre del proyectil que la impactó.

El barrio donde A. resultó baleada está atravesado por el Acceso Oeste, en el límite de los partidos de Tres de febrero, Morón y La Matanza.

Si bien Ricardo dijo que esto «nunca pasó» en el barrio, reconoció que es común que cierta gente festeje disparando al aire.

“No estamos en Marte, vivimos todos en el mismo lugar”, describió el hombre, quien luego se refirió al autor del disparo: «¿Qué le puedo decir? Re putearlo de arriba abajo. Un tarado.«

También se mostró optimista en que puedan identificar al tirador si es que esta persona «tiene el arma declarada» y se pueda realizar un cotejo balísticos. Aunque aclaró: «Lo que más nos importa es que nuestra sobrina esté perfectamente bien y siga con su vida.»

Por su parte, otra tía, de nombre Mariana, dijo que, por el momento, los padres de la nena “no pueden hablar” porque “están destruidos” a raíz de lo sucedido.

“Estos es minuto a minuto. Ahora está estable. Pedimos fuerza para que se recupere pronto”, señaló la mujer, quien, visiblemente exaltada, se refirió también al tirador: «Enfermo, hijo de p…»

La tía también pidió que se investiguen los datos que les acercaron varios vecinos que, al enterarse de lo ocurrido, se contactaron con la familia para contarles que en sus casas también habían hallado proyectiles.

Al otro lado del Acceso Oeste, Alejandro, un vecino, le mostró al móvil de A24, un plomo que quedó en el patio de su casa. “Impactó a dos centímetros de la parrilla y nosotros estábamos a medio metro, sentados en la mesa. Mi nene de seis años estaba jugando ahí, mi mujer detrás de la parrilla con la bebé. Sentimos el impacto y dijimos que algo había caído. Y no vimos nada. Hoy, cuando vimos la noticia de la nena, nos quedamos helados y lo encontramos. Tuvimos un Dios aparte”, relató.

Mientras que otro vecino, que vive del lado de la familia de la víctima, dijo que «anoche no hubo mucha pirotecnia” pero que hace unos años una bala cayó en su «garaje».

Y al tiempo que los habitantes del barrio dialogaban con la prensa, a metros de donde la nena resultó baleada, se halló un plomo deformado sobre el asfalto, lo que motivó que los peritos de la Policía Científica regresaran al lugar, acordonar la cuadra y buscar más rastros.