La nueva edición de ‘Maestro de cocina‘, además de cocinar, muestra día tras día la gente que hay detrás de los concursantes. Los aspirantes al programa, a medida que avanza el concurso de talentos, se abren a la audiencia, contando algunos de los episodios más íntimos de sus vidas.
En esta línea, durante la primera prueba de este último programa, Adrián Presentó su plato a los jueces. El joven explicó que en su casa era su madre quien cocinaba, recordando su infancia en Otxarkoaga, uno de los barrios más conflictivos de Bilbao.
«Amo mi barrio, pero al final si no pegas, te pegan… El barrio, la calle. Tienes que ser un poco inteligente. Y ahora estoy aquí, es un sueño para mí, una segunda oportunidad”, comenzó diciendo la concursante.
Adrián y Pepe, en ‘MasterChef’
«Segunda oportunidad, ¿por qué?» Pepe le preguntó directamente, a lo que el aspirante no dudó en abrirse y relatar uno de los episodios más complicados de su vida: «Mi infancia es hermosa hasta cierto punto. Mi padre era mi padre, y lo amo con todo». mi alma, murió en un accidente de moto, tomó malas decisiones. Le gustaba beber y cuando llegaba bien, lo esperaba y bien. Pero cuando se puso mal, me tocó«.
“Las peleas que tuve fue porque necesitaba desahogarme. Al final, una pelea se salió de control, me defendí y provoqué una serie de lesiones que no tenía dinero para pagar. Y cuando eso pasa, me ponen tres meses en la cárcel. Lo pasé fatal porque me vi allí solo», dijo.
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A partir de ese momento solo piensa que «no se lo deseo ni a mi peor enemigo. Es una etapa que no hay que vivir», aunque sirvió como punto de inflexión: «Esta es una segunda oportunidad para miAhora, años después, dice que “me arrepiento cuando le pegaba a la gente y tenía a mi mamá al borde toda la noche. Las peleas han arruinado mi vida».
Fuente: mundodeportivo.com