El nuevo panorama en el Senado argentino
En la primera sesión con la nueva composición del Senado, el rionegrino Enzo Fullone asumió en reemplazo de Lorena Villaverde, a quien la Cámara Alta no le aprobó el pliego por las denuncias de supuesta vinculación con el narcotráfico. La bancada de La Libertad Avanza quedó oficialmente completa con 21 miembros, el mismo número que ostenta el bloque Justicialista que conduce José Mayans aunque, en interbloque, el peronismo alcanza los 28 senadores. El radicalismo y los «federales» serán los árbitros del nuevo recinto.
El perfil de Enzo Fullone
Fullone tiene 37 años y era el titular de Vialidad Nacional en esa provincia. Es técnico superior en petróleo y estudió Administración de Empresas, en redes se define como “emprendedor y empresario, apasionado por las finanzas”.
El equilibrio de fuerzas en el Senado
Con su jura terminó de componerse la nueva Cámara Alta; un recinto en donde el oficialismo cobró fuerza, el peronismo se debilitó y las bancadas de la «avenida del medio» tendrán un rol decisivo.
La consolidación de La Libertad Avanza
Hasta la última elección, La Libertad Avanza tenía 6 senadores. Con las bancas que ganó en las urnas, sumado al retorno del formoseño Francisco Paoltroni (a quien habían echado del bloque) y la alianza con Luis Juez -que rompió con el PRO y armó un monobloque que actúa en interbloque con el oficialismo- son 21. Su representación aumentó a más del triple.
La fragmentación del peronismo
El peronismo, que supo tener 34 miembros bajó a 28 -el número más bajo en el senado desde 1993- y está partido en tres. El bloque Justicialista es el único que responde a Cristina Kirchner. Tiene 21 miembros y lo preside el formoseño José Mayans. Funciona en un interbloque -al que llamaron «Popular»- con otras dos bancadas que se abrieron para armar un espacio con identidad propia y tener libertad para desmarcarse en las votaciones que les parezca.
La importancia de los bloques menores
Uno de ellos es Convicción Federal, integrado por cinco miembros: la tucumana Sandra Mendoza, el catamarqueño Guillermo Andrada, la jujeña Carolina Moisés, el riojano Fernando Rejal y el puntano Fernando Salino. A su vez, el ex gobernador santiagueño Gerardo Zamora desembarcó en el senado y también armó una bancada propia junto a su compañera de boleta, Elia Esther del Carmen Moreno. Se llama Frente Cívico por Santiago y es parte del interbloque «Popular». La UCR que tenía 13 miembros quedó con 10. Bajó pero en el esquema actual tiene un peso decisivo tanto para ayudar al quórum como para lograr que las leyes se aprueben. El PRO, en cambio, quedó con solo tres miembros.
La diversidad de representación en el Senado
La Cámara Alta se completa con un archipiélago de monobloques y mini bloques que, en su mayoría, responden a gobernadores y serán clave para conseguir inclinar las votaciones hacia un lado u otro. Provincias Unidas tiene dos miembros: la cordobesa Alejandro Vigo, esposa de Juan Schiaretti y aliada política del gobernador actual Martín Llaryora; y el correntino Carlos «Camau» Espínola quien en la última elección selló alianza con el ex gobernador Gustavo Valdés. Los misioneros del Frente Renovador de la Concordia Social son dos: Carlos Arce y Sonia Rojas Decut. Responden al líder misionero Carlos Rovira y se hicieron famosos por hacer caer el proyecto de Ficha Limpia este año. Los santacruceños Natalia Gadano y José María Carambia tienen el bloque propio «Movere por Santa Cruz». Si bien son cercanos del gobernador Claudio Vidal, aseguran que no «responden» a él. A su vez tienen monobloques: la chubutense Edith Terenzi, que responde al gobernador Ignacio Torres; la tucumana Beatriz Avila, quien se alineó al gobernador Osvaldo Jaldo; la neuquina Julieta Corroza, aliada del mandatario Rolando Figueroa; y la salteña Flavia Royón, del oficialismo salteño del gobernador Gustavo Sáenz.
En resumen, la nueva composición del Senado argentino refleja un cambio en el equilibrio de fuerzas políticas, con un oficialismo fortalecido, un peronismo fragmentado y la presencia de bloques menores que serán determinantes en las decisiones legislativas. El rol de la UCR y los «federales» será crucial para la gobernabilidad y la aprobación de leyes en este nuevo escenario político.
