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Pag con salud la crisis de 2001, cambi y hoy quiere ser el «rey del aceite de oliva» argentino – Noticias econmicas, financieras y de negocios

«Sabiduría práctica» es la definición que se suele dar al concepto aristotélico de que Jos Chediack Eligió como nombre para su grupo de empresas. Precisamente ese «saber hacer» y la «búsqueda del conocimiento», señala, fueron dos motores que lo llevó a expandirse en el negocio de las economías regionales y, en particular, en la integración de la cadena de valor alimentaria.

Nació en San Luis, pero muy pronto se mudó a Buenos Aires por el trabajo de su padre, quien fue quien silenciosamente le enseñó sus primeras lecciones en el mundo laboral. “Mis veranos de niño eran, como mucho, un mes de vacaciones y otro mes compartiendo actividades con él allá donde fuera. Viajábamos mucho y yo estaba adquiriendo una formación más íntima y personalizada, no tanto de alguien que me atrajera fuera de la línea, pero mirándolo actuar «, recuerda hoy.

Su idea era estudiar ingeniería química en la Universidad de Buenos Aires, sin embargo terminó optando por la Universidad Católica Argentina, pero como no tenía la carrera que buscaba, optó por ser ingeniero industrial. «Fue lo más parecido que encontré y creo que definitivamente me queda mejor», reflexiona. Poco después de recibirlo, y debido a la situación de salud de su padre, asumió el negocio agrícola de la familia en la Pampa húmeda en 1985.

«A partir de ese momento rescaté la forma de trabajar a través de los grupos CREA (Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola) como lugar de intercambio, de experimentación», indica. Sin embargo, la vocación de Chediack era desarrollar la cadena agroindustrial desde la materia prima hasta el producto terminado. «Pero por una cuestión de escalas, fue complicado y eso me llevó a pensar en las economías regionales y En la década de los 90 comencé con un proceso de cultivo del olivo y viticultura en San Juan«, dice. Así nació la génesis de lo que es hoy Grupo Phrnesis.

Primero surgió SunFrut (cuyo punto fuerte es la elaboración de aceite de oliva bajo su propia marca Oliovita y para marcas propias de las principales cadenas de supermercados) y Teknofood (dedicada a la alimentación institucional a través de productos saludables). Más tarde se unió NutriSantiago, que hace galletas fortificadas; Y NutriCorrientes, especializada en alimentación infantil y cereales. Aunque el crecimiento en esos años no estuvo exento de los golpes de las crisis argentinas. “Pagué la salida de la convertibilidad (en 2001/2) con salud y fueron años complicados de los que nos fue difícil salir”, dice el empresario.

El grupo se constituyó formalmente en 2005 y, a partir de ese momento, modificaron la organización hacia una estructura matricial. “Se requería un cambio en la cultura interna y un trabajo menos paternal y más orientado al equipo”, dice el ejecutivo. Ahora, la empresa está desarrollando un proyecto de inversión de US $ 14 millones Tiene que duplicar su capacidad de almacenamiento para el negocio del aceite de oliva en su planta de San Juan, además de un plan de diversificación mediante la implantación de 400 hectáreas de pistachos en la misma provincia y un ensayo de almendros.

Hoy Chediack define su papel dentro del grupo como el de un «diseñador estratégico» que trabaja más en definir hacia dónde se dirige el holding. Al mismo tiempo, añade, algunas de sus cuatro hijas ya han empezado a trabajar duro en el día a día de la empresa.

En su tiempo libre, cuando sale de la oficina, disfruta de la cría de caballos y los deportes. «De niño jugaba polo y también rugby, tenis y squash. No era bueno pero sigo jugando porque creo que el deporte es un reflejo de muchas situaciones y en la competición se puede capitalizar el conocimiento».

La versión original de esta nota fue publicada en la revista Apertura número 330.

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Fuente: www.cronista.com
Esta nota fué publicada originalmente el día: 2021-06-18 14:55:00

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