El aislamiento preventivo que se ha convertido en una constante desde el año pasado ha cambiado la vida de muchas personas y familias. Para los niños, el cambio brusco de rutina puede ser una fuente de estrés y ansiedad. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada seis personas con trastornos psicológicos tiene entre 10 y 19 años. La adolescencia y la niñez son períodos cruciales para el desarrollo y mantenimiento de hábitos sociales y emocionales que son importantes para el bienestar mental, por eso tenemos que ser honestos: si estamos leyendo sobre el miedo a esta edad es porque, con décadas de experiencia habitarlo, el, todavía se vuelve complicado. Imagínense, entonces, por lo que están pasando los jóvenes en estos tiempos. Entonces, aquí hay algunos consejos: Incluso si queremos que pase, es importante que el niño sienta que entendemos y aceptamos que tiene miedo. ¿Quién no necesita un simple «entiéndelo» de vez en cuando? Este no es el momento de decir «no puedes tenerle miedo a la bañera, es solo agua» porque claramente para ellos no es así. Cómo se siente en el cuerpo, nombrar y definir. Sí, el mismo ejercicio que harás. Si empiezan a formarse desde pequeños, los más pequeños tendrán más experiencia y vocabulario cuando sean mayores, tener un mini plan y mucha paciencia enseñará a toda la familia a sentirse protagonista ante los retos. Hablar de ideas que puedan reducir gradualmente el miedo y practicar cómo pedir ayuda es otra herramienta que durará toda la vida. Procurar, en la medida de lo posible, establecer rutinas que te permitan mantener una realidad estable y saludable (cuidar tu dieta, ciclos de sueño, tiempo libre, entre otros), es un elemento fundamental para estimular el aprendizaje y tu desarrollo afectivo. También funciona en los casos en que los niños están molestos. Por eso, es bueno orientarlos proponiendo algún cambio en su rutina. Recuerde, todavía no han tenido tiempo de aprender a lidiar con la frustración. Regular y asegurar el uso adecuado de las tecnologías: es importante proponer otras rutinas para asegurar tiempo para el estudio y la actividad física, no incentivar miedos de forma exagerada. Es preferible educarlos para establecer vínculos basados en el cuidado, que privarlos de espacios comunes al aire libre para compartir con otros niños. Ayúdelos a comprender lo que está sucediendo a través de cuentos, juegos y fábulas que les permitan expresar con palabras lo que sienten y cómo les afecta. Expertos consultados: Inés Datas. Nuestro psicólogo. @ ines.dates.living. Marina Rovner. Especialista en ansiedad, fobias y trastornos de pánico. Licenciada en Psicología. Profesor Asociado de la Universidad Aberta Interamericana. Juan Pablo Díaz, psicólogo y responsable de formación y desarrollo organizacional de Colegium LA NACION Conocí The Trust Project
Te interesó este Titular? Seguí leyendo la Nota Completa
Esta nota fué publicada originalmente por en www.lanacion.com.ar el día: 2021-06-19 04:35:32